En septiembre de 2022, la NASA llevó a cabo un experimento sin precedentes: su misión DART (Double Asteroid Redirection Test) colisionó deliberadamente contra el asteroide Dimorphos para probar una técnica de defensa planetaria. Este experimento tenía como objetivo desviar la órbita del asteroide, una táctica que podría ser clave para proteger a la Tierra de futuros impactos de cuerpos celestes. Sin embargo, debido a la destrucción de la nave DART durante la colisión, no se pudieron obtener imágenes detalladas del asteroide después del impacto, lo que dejó varias preguntas sin respuesta.
Para cubrir estos vacíos de información, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó el 2 de octubre de 2024 la misión Hera, con un coste de casi 400 millones de dólares. Esta misión tiene como objetivo investigar en detalle los resultados de la colisión de DART y recoger datos esenciales sobre la estructura y características de Dimorphos y su asteroide acompañante, Didymos. El lanzamiento tuvo lugar desde Cabo Cañaveral, utilizando un cohete Falcon 9 de SpaceX, y marcó el inicio de un viaje que llevará a Hera a encontrarse con los asteroides en diciembre de 2026.
El despegue de Hera no estuvo exento de desafíos. Las condiciones meteorológicas en la costa de Florida, con lluvias y nubes debido a la inminente llegada del huracán Milton, casi obligaron a posponer el lanzamiento. De hecho, otro proyecto crucial, la misión Europa Clipper de la NASA, tuvo que ser retrasado debido al mismo huracán. Esta misión, destinada a explorar la luna Europa de Júpiter, tenía previsto su lanzamiento el mismo día del impacto del huracán en Florida.
El éxito de la misión DART fue evidente al lograr reducir la órbita de Dimorphos en 32 minutos, demostrando que es posible desviar un asteroide mediante un impacto cinético. Sin embargo, aún quedan preguntas por resolver. La misión Hera, equipada con cámaras y radares avanzados, se encargará de analizar los efectos del impacto, medir la masa de Dimorphos y determinar si la colisión creó un cráter o modificó la forma completa del asteroide.
Uno de los puntos clave será la medición precisa del momento transferido durante el impacto de DART. Estas observaciones ayudarán a los científicos a extrapolar los resultados para futuras misiones de defensa planetaria, permitiendo mejorar las técnicas para desviar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra.
Además, Hera llevará a bordo dos CubeSats, llamados Juventas y Milani. Estos pequeños satélites tendrán tareas complementarias, como analizar la estructura interna de Dimorphos y estudiar la composición mineral de los escombros en la zona del impacto. La ESA considera esta misión un aporte crucial para la humanidad, con el objetivo final de mejorar nuestra capacidad de defender el planeta de futuras amenazas.