Unity, creador del popular motor de desarrollo de videojuegos multiplataforma, ha decidido cancelar la controvertida «Runtime Fee» (Tasa de Ejecución) que planeaba implementar, la cual habría cobrado a los desarrolladores en función del número de instalaciones de sus juegos, en lugar de basarse en licencias por asiento. Esta decisión llega exactamente un año después de que la tasa fuera anunciada inicialmente.
En una publicación de blog, el presidente y CEO de Unity, Matt Bromberg, explicó que la compañía no puede continuar con su objetivo de «democratizar el desarrollo de videojuegos» sin mantener «una relación basada en la confianza». Según Bromberg, aunque los desarrolladores comprenden la necesidad de aumentar los precios, la idea de una tasa por instalaciones fue rechazada debido a su naturaleza «novedosa y controvertida». En lugar de la Tasa de Ejecución, los desarrolladores serán clasificados en tres categorías: Personal, Pro y Enterprise, dependiendo de sus ingresos o financiación.
La propuesta inicial de la Tasa de Ejecución, anunciada en septiembre de 2023, incluía cobros por cada instalación de juegos, lo que habría afectado especialmente a los pequeños desarrolladores. Esta tarifa imponía un coste de 20 céntimos por instalación para los usuarios de la versión gratuita (Personal), una vez que sus juegos alcanzaran los 200.000 dólares en ingresos y 200.000 instalaciones. Para los usuarios de los niveles Pro y Enterprise, las tarifas eran ligeramente menores, a partir de 1 millón de dólares en ingresos y 1 millón de instalaciones.
Esta iniciativa provocó un fuerte rechazo entre la comunidad de desarrolladores. Muchos expresaron su descontento, y algunos, como Brandon Sheffield de Necrosoft Games, acusaron a Unity de no ser una empresa de confianza, citando promesas previas del entonces CEO, John Riccitiello, que aseguraba que Unity no impondría regalías ni tarifas inesperadas. La tasa incluso habría contado instalaciones retroactivamente a partir de enero de 2024, lo que generó más desconfianza.
A raíz de la presión, Unity intentó suavizar las condiciones, eliminando la retroactividad y limitando la tasa al 2,5% de los ingresos. Sin embargo, la controversia ya había afectado la relación con sus usuarios. Poco después, Riccitiello anunció su retiro, aunque esto no restauró completamente la confianza de la comunidad. Además, una serie de despidos masivos en el invierno de 2023-2024 evidenció los problemas financieros de la empresa, en parte debido a las adquisiciones realizadas durante el mandato de Riccitiello.
Finalmente, Unity ha abandonado la Tasa de Ejecución y ha hecho otros ajustes a su estructura de precios:
- Unity Personal sigue siendo gratuita, pero el límite de ingresos o financiación se eleva de 100.000 a 200.000 dólares.
- Unity Pro, destinada a clientes que superen el límite de la versión Personal, tendrá un aumento del 8% en su precio, alcanzando los 2.200 dólares por asiento.
- Unity Enterprise, con paquetes personalizados para aquellos con ingresos o financiación superiores a 25 millones de dólares, verá un incremento del 25%.
Bromberg concluyó que, de ahora en adelante, Unity solo considerará aumentos de precio de manera anual y que los cambios en el software permitirán a los clientes continuar usando la versión existente bajo los términos previamente acordados.