En el año 2024, se registraron casi 300 interrupciones en el servicio de internet en 54 naciones, estableciendo un récord en la historia reciente. Este dato proviene del informe de Access Now, una ONG que defiende los derechos digitales. El informe subraya cómo los gobiernos han comenzado a utilizar apagones de internet como una herramienta para silenciar la disidencia, especialmente durante momentos de conflicto y protestas políticas.
Felicia Anthonio, gerente de la campaña #KeepItOn de Access Now, denuncia que estas apagones constituyen una forma de castigo colectivo que sumergen a las comunidades en una oscuridad digital, permitiendo que se oculten violaciones a los derechos humanos. La falta de acceso a internet significa que los ciudadanos no pueden comunicarse ni organizar respuestas efectivas ante las crisis que enfrentan, lo que agrava aún más la situación.
El informe identifica a varios países que implementaron interrupciones de internet en 2024, entre los que se encuentran El Salvador, Francia, Malasia y Tailandia. Sin embargo, la mayoría de las interrupciones se concentraron en cuatro países: India, Myanmar, Pakistán y Rusia, que juntas contabilizaron 210 apagones. Esto indica una tendencia preocupante que pone en riesgo la libertad de expresión y el ejercicio de los derechos democráticos.
El conflicto es un motor clave detrás de estas interrupciones, con al menos nueve naciones africanas que impusieron apagones durante protestas y periodos de inestabilidad política. Este fenómeno no solo afecta a la comunicación, sino que también es un reflejo de las dinámicas de poder y control que los gobiernos ejercen sobre la información y la sociedad civil en situaciones de crisis.