El sábado, el astronauta de la NASA, Butch Wilmore, detectó unos ruidos inusuales provenientes de un altavoz dentro de la nave espacial Starliner, mientras esta permanecía acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS). Wilmore, sorprendido por el sonido, se comunicó con el Control de Misión en el Centro Espacial Johnson, en Houston, para informar sobre el incidente.

Wilmore describió el sonido como extraño y no estaba seguro de si se debía a una anomalía en la conexión entre la ISS y la nave o si había otra causa detrás del fenómeno. Solicitó a los controladores de vuelo en Houston que intentaran escuchar el audio dentro de la Starliner. Pocos minutos después, el Control de Misión confirmó que habían establecido una conexión directa para monitorear el sonido en el interior de la nave, que ha estado acoplada a la ISS durante casi tres meses.

La nave espacial Starliner de Boeing acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS), con la Tierra visible en el fondo. Se observa la cápsula de la nave, de forma cilíndrica y con paneles cubiertos de escudos térmicos, destacando los logotipos de la NASA y Boeing en su superficie. La vista ofrece un amplio panorama del planeta, mostrando extensas áreas de tierra marrón y masas de agua que contrastan con el azul del cielo, creando una escena impresionante desde el espacio.

El astronauta, flotando en el interior de la Starliner, acercó su micrófono al altavoz de la nave para que el equipo en Houston pudiera escuchar mejor. Poco después, se escuchó un sonido de pulsación distintivo, que fue descrito por el Control de Misión como similar a un «ping» de sonar. A pesar de la naturaleza inusual del sonido, Wilmore no mostró signos de preocupación y, tras reproducirlo nuevamente, dejó a los ingenieros de tierra la tarea de investigar su origen.

Una grabación de este audio, junto con la conversación de Wilmore con el Control de Misión, fue compartida por el meteorólogo Rob Dale, con sede en Michigan. Aún no se ha determinado con claridad qué causó el ruido, que ha sido calificado como un tanto inquietante.

Cabe destacar que, aunque la Starliner mantiene comunicaciones con la ISS a través de un sistema de radiofrecuencia durante su vuelo, una vez acoplada, el audio se transmite mediante una conexión física directa. Incidentes similares han ocurrido en otras misiones espaciales. Por ejemplo, durante el primer vuelo espacial tripulado de China en 2003, el astronauta Yang Liwei reportó haber escuchado un sonido como si un martillo de madera golpeara un cubo de hierro, causado por pequeñas deformaciones en la nave debido a diferencias de presión entre las paredes internas y externas.

Aunque el origen de los ruidos en la Starliner probablemente tenga una causa benigna, estos eventos han cobrado relevancia debido a los problemas previos que Boeing y la NASA han enfrentado con el primer vuelo tripulado de la nave, incluyendo fugas de helio y fallos en los propulsores. La NASA anunció recientemente que, debido a la incertidumbre sobre la capacidad de vuelo de la Starliner, la nave regresará a la Tierra de forma autónoma el viernes 6 de septiembre, sin su tripulación original, compuesta por Wilmore y Suni Williams. Ambos astronautas tienen previsto regresar a la Tierra en febrero del próximo año, a bordo de una nave Crew Dragon que se lanzará con dos astronautas a finales de este mes.

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