La última interrupción global muestra los peligros de una sociedad sin dinero en efectivo

La reciente interrupción global de sistemas de TI ha puesto en evidencia los peligros de avanzar hacia una sociedad sin efectivo, según destacan los activistas de la Payment Choice Alliance (PCA).

El pasado viernes, fallos en los sistemas de Microsoft afectaron a supermercados, bancos, bares, cafeterías, estaciones de tren y aeropuertos, impidiendo la aceptación de pagos electrónicos. Este impacto fue especialmente grave para aquellos negocios que ya no aceptan efectivo.

Primer plano de un billete de cinco libras esterlinas del Banco de Inglaterra. En el billete se muestra un retrato de la Reina Isabel II a la derecha, con detalles en tonos azules y verdes. A la izquierda, se ve una ilustración del Big Ben y varios elementos de seguridad, como un holograma y microimpresiones. En la parte superior izquierda se encuentra el símbolo de la libra esterlina (£) y el valor del billete (5). En el centro, el texto "Bank of England" y "Five Pounds".

Ron Delnevo, presidente de la PCA, subrayó que siempre habrá interrupciones en los sistemas digitales, y que la falta de alternativas puede causar colapsos generalizados. Según datos de UK Finance, los pagos en efectivo aumentaron por primera vez en una década el año pasado. Aunque en 2021 había 23.1 millones de personas que casi nunca usaban efectivo, esta cifra disminuyó a 21.6 millones en 2022.

UK Finance sostiene que aún hay un lugar para el efectivo y que es beneficioso ofrecer opciones a los consumidores. La mayoría de los negocios todavía aceptan efectivo, lo que brinda una red de seguridad en caso de fallos digitales.

El sindicato GMB destacó que la interrupción refuerza la importancia del efectivo en las operaciones diarias de las comunidades. Sin efectivo, las personas no tienen un recurso alternativo, lo que afecta su capacidad para realizar actividades básicas.

Este año, varias interrupciones menores e independientes ya habían afectado a minoristas como McDonald’s, Tesco, Sainsbury’s y Gregg’s, los cuales también aceptan efectivo.

En países como China y Estados Unidos, las autoridades han multado a negocios que no aceptan efectivo. Delnevo sugirió que el Reino Unido debería implementar una ley que obligue a todas las empresas a aceptar pagos en efectivo.

Martin Quinn, director de campaña de la PCA, añadió que el uso de efectivo permite mantener el anonimato y facilita la gestión del presupuesto personal. Usar efectivo evita que los datos personales sean vendidos y proporciona un mejor control sobre los gastos.

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