En la madrugada del viernes, una interrupción en los sistemas de CrowdStrike que afectó a los ordenadores con Microsoft Windows provocó la cancelación de vuelos a nivel mundial. Las principales aerolíneas estadounidenses, incluyendo United Airlines, American Airlines y Delta Air Lines, se vieron obligadas a suspender sus operaciones. Según FlightAware, se cancelaron un 7% de los vuelos de United Airlines, un 8% de American Airlines y un 12% de Delta Air Lines, en comparación con los días anteriores donde las cancelaciones fueron significativamente menores.

Hasta las 11 a.m. ET, casi 3,000 vuelos fueron cancelados y hubo cerca de 28,000 retrasos, aunque no todos fueron causados por la interrupción de CrowdStrike. El Secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg, explicó que, aunque el problema fue identificado, se espera un «efecto dominó» mientras las aerolíneas intentan normalizar sus sistemas.

Además de las aerolíneas, los puertos de Long Beach y Los Ángeles en California también experimentaron interrupciones en la carga y descarga de camiones. La FAA informó que varios aeropuertos solicitaron asistencia para detener las operaciones hasta resolver el problema.

Aeropuertos como Boston Logan, LaGuardia en Nueva York y otros reportaron cierres para vuelos no programados y retrasos debido a la interrupción. Aerolíneas internacionales como Qantas, Air France y Ryanair también fueron afectadas.

United Airlines informó sobre la afectación de múltiples sistemas, incluyendo los de cálculo de peso de las aeronaves y sistemas de atención telefónica. Algunas aerolíneas, como Frontier y Spirit, comenzaron a restablecer sus operaciones pero aún enfrentan desafíos.

La FAA y otras autoridades trabajan en conjunto con las aerolíneas para reanudar las operaciones normales. Se han implementado medidas para ayudar a los pasajeros afectados, como la exención de tarifas para cambios de vuelos.

Analistas, como Stephen Trent de Citi, no anticipan un impacto financiero significativo para las aerolíneas si se resuelve pronto la interrupción. Tomasz Pawliszyn, CEO de AirHelp, instó a los pasajeros a conocer sus derechos y guardar recibos de gastos para posibles reclamaciones.

Aunque la interrupción no afectó a los fabricantes de automóviles como GM y Ford, algunos proveedores sí enfrentaron dificultades operativas. La rápida respuesta de los equipos de TI ha permitido una recuperación progresiva.

El CEO de CrowdStrike, George Kurtz, confirmó que un defecto en una actualización de software para Windows causó la interrupción, descartando un ciberataque. La empresa está desplegando una solución y los sistemas Mac y Linux no se vieron afectados.

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