Las autoridades finlandesas han detenido y abordado un buque sospechoso de causar daños al cable submarino de energía Estlink 2 y a tres líneas de internet el día de Navidad. El petrolero, registrado en las Islas Cook y llamado Eagle S, es propiedad de Caravella LLCFZ, una empresa con sede en los Emiratos Árabes Unidos, siendo aparentemente el único barco que posee. Según el Financial Times, en el momento de la detención, el buque transportaba petróleo desde Rusia hacia Egipto, y los registros públicos lo situaban sobre el cable dañado durante el tiempo de la interrupción.
Se informa que el Eagle S forma parte de la flota en la sombra de Rusia, compuesta por petroleros antiguos y deteriorados. Estos barcos están registrados y son propiedad de corporaciones en otros países, y Rusia los utiliza para eludir las sanciones internacionales sobre sus exportaciones de petróleo. A raíz de este incidente, el presidente finlandés Alexander Stubb expresó en X (anteriormente Twitter) la necesidad de prevenir los riesgos que representan los barcos de la flota en la sombra rusa.
En los últimos años, ha habido una serie de daños y alteraciones en la infraestructura submarina del mar Báltico desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El último incidente significativo antes de este se produjo a mediados de noviembre, cuando se sospechó que el buque granelero chino Yi Peng 3, en ruta de Ust-Luga, Rusia, a Egipto, dañó deliberadamente un cable de internet submarino al arrastrar su ancla por el lecho marino. Este incidente afectó la conexión entre Suecia y Lituania, y se cree que el buque repitió la maniobra al día siguiente, cortando el cable de comunicaciones C-Lion1 entre Finlandia y Alemania.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, ha señalado que estos incidentes son tan frecuentes que es poco probable que todos se deban a accidentes o errores de los operadores. «Debemos entender que el daño a la infraestructura submarina se ha vuelto más sistemático y, por lo tanto, debe considerarse como ataques contra nuestras estructuras vitales», afirmó. Las autoridades finlandesas están investigando el asunto y han llevado el barco a sus aguas territoriales, descubriendo que le faltan las anclas, lo que sugiere que la tripulación podría haberlas utilizado para dañar la infraestructura submarina.
Este no es el primer incidente que afecta la conexión entre Finlandia y Estonia. El año pasado, el gasoducto Balticconnector y varios cables de internet y datos que conectan ambos países fueron dañados, con evidencias que apuntan a que el carguero chino NewNew Polar Bear arrastró su ancla para causar el daño. Como respuesta a estos eventos, la OTAN planea desplegar drones marinos para monitorear y proteger su infraestructura submarina. Además, doce países de la región del Báltico y el mar del Norte, todos miembros de la OTAN, están tomando medidas para «interrumpir y disuadir» la flota en la sombra de Rusia, ayudando a hacer cumplir las sanciones internacionales y detener el flujo de dinero que permite a Moscú financiar su invasión de Ucrania.