El creador original de la tienda digital DRM-free recupera el control con una visión renovada de preservación del patrimonio videolúdico
GOG, la plataforma digital conocida por su compromiso con los juegos sin gestión de derechos digitales, cambia de manos en una operación que la devuelve a uno de sus creadores originales. Michał Kiciński, cofundador tanto de GOG como de CD PROJEKT, ha completado la adquisición de la compañía a su antigua matriz.
Un regreso a los principios fundacionales
La operación supone el retorno de Kiciński a una empresa que ayudó a crear en 2007 junto a Marcin Iwiński. En aquel momento, ambos compartían una premisa sencilla: recuperar títulos clásicos para los jugadores y garantizar que la compra de un juego significara propiedad real y permanente.
«GOG representa libertad, independencia y control genuino», declaró Kiciński sobre los motivos de la adquisición. Según el empresario polaco, en un mercado que avanza hacia clientes obligatorios y ecosistemas cerrados, el modelo de GOG resulta más pertinente que nunca.
CD PROJEKT reorienta su estrategia
Para CD PROJEKT, la venta responde a una decisión de concentrar recursos en su actividad principal: el desarrollo de RPGs de alta calidad y la explotación de sus franquicias propias. La compañía polaca, creadora de la saga The Witcher y Cyberpunk 2077, mantiene así el foco en su división de desarrollo, CD PROJEKT RED.
No obstante, la separación no implica ruptura comercial. Los títulos del estudio continuarán disponibles en GOG, y los futuros lanzamientos también llegarán a la plataforma.
Impacto para los usuarios: continuidad sin sobresaltos
El equipo de GOG ha detallado qué permanece inalterado tras el cambio de titularidad:
La biblioteca de cada usuario se mantiene intacta, con el mismo acceso a instaladores offline que caracteriza a la plataforma. Los datos personales continúan bajo control de GOG, sin transferencias a terceros. El cliente GOG GALAXY sigue siendo opcional, y la política DRM-free se refuerza como pilar de la compañía.
Las aportaciones de los suscriptores al programa GOG Patrons y las donaciones al Programa de Preservación permanecen íntegramente destinadas a esos fines, sin derivación hacia el nuevo propietario ni hacia editores externos.
Una apuesta por la preservación del medio
La transacción se enmarca en la misión que GOG denomina «hacer que los juegos vivan para siempre». La compañía reconoce un problema estructural de la industria: derechos enmarañados, compatibilidad quebrada y versiones que desaparecen convierten las noches de nostalgia en sesiones de resolución de problemas técnicos.
Con el respaldo de Kiciński, GOG anuncia planes para «misiones de rescate más ambiciosas» durante 2026 y 2027, aunque sin concretar títulos específicos.
Perspectivas de futuro
La plataforma anticipa novedades en materia de participación comunitaria. Según el comunicado oficial, 2026 traerá nuevas iniciativas para fortalecer la voz de los usuarios en las decisiones de la compañía.
GOG insiste en que la operación no responde a dificultades económicas. La empresa describe el ejercicio reciente como «particularmente alentador», con niveles de entusiasmo hacia su modelo superiores a los de cualquier periodo anterior.
La adquisición sitúa a uno de los pioneros del comercio digital de videojuegos al frente de una plataforma que, con cerca de dos décadas de trayectoria, mantiene una propuesta diferenciada en un sector dominado por gigantes como Steam, Epic Games Store o las tiendas de los fabricantes de consolas.











