Iniciativa histórica enfrenta dificultades con firmas falsas mientras lucha por los derechos de los jugadores
La campaña Stop Killing Games, que busca proteger a los consumidores de la práctica de las desarrolladoras de deshabilitar juegos de precio completo a voluntad, ha alcanzado un hito histórico al superar el millón de firmas. Sin embargo, el éxito viene acompañado de complicaciones inesperadas.
Problemas con firmas falsas amenazan el progreso
En una actualización reciente, Ross Scott de Accursed Farms, el YouTuber detrás de la campaña, reveló que la petición ha sido víctima de firmas falsas y duplicadas que están inflando artificialmente los números. Estas entradas erróneas resultarán en que miles de firmas sean descartadas durante el proceso de verificación.
«Aunque la campaña ha alcanzado el hito de un millón de firmas, todavía queda un largo camino por recorrer», explicó Scott. La iniciativa ahora busca 1.4 millones de firmas en total para compensar las posibles invalidaciones.
¿Qué busca la campaña?
Stop Killing Games no pretende que los editores mantengan servidores funcionando para siempre. En cambio, busca que las empresas desarrollen planes de fin de vida para juegos que requieren conexión online, permitiendo que los jugadores puedan seguir disfrutando de sus compras incluso después del cierre de servidores oficiales.
Las soluciones propuestas incluyen:
- Modos offline integrados desde el desarrollo
- Permitir servidores personalizados administrados por la comunidad
- Acceso al código fuente del juego (en casos excepcionales)
- Compensación para consumidores afectados
El caso emblemático: The Crew
The Crew, desarrollado por Ubisoft, se ha convertido en el ejemplo más notorio de esta práctica. El juego, lanzado en 2014, tuvo sus servidores cerrados en 2023 después de 9 años de funcionamiento.
El problema principal no fue la duración del servicio, sino que incluso la campaña para un solo jugador requería conexión constante a internet, haciendo que las copias físicas del juego se volvieran completamente inútiles tras el cierre de servidores.
Apoyo de celebridades impulsa la iniciativa
La campaña recibió un impulso significativo cuando PewDiePie, el legendario YouTuber, expresó públicamente su apoyo:
«He visto en los comentarios que algunos de ustedes mencionan ‘Stop Killing Games’ y quiero decir: apoyo 100% este movimiento. Se conecta perfectamente con lo que hablé en mi video: la propiedad sobre el software y los juegos que compramos.»
Respuesta gubernamental dividida
Reino Unido ya discutió el tema en el parlamento, concluyendo que «no hay planes para enmendar la ley de consumo del Reino Unido sobre la deshabilitación de videojuegos». Sin embargo, la petición británica ha cruzado las 100,000 firmas, lo que podría forzar una reconsideración del tema.
La Unión Europea, por otro lado, tiene un historial más prometedor en cuanto a regulación de productos de consumo, habiendo implementado exitosamente políticas como el estándar USB-C para dispositivos móviles.
La fase crítica
Con la fecha límite del 31 de julio acercándose, la campaña ha entrado en una «fase de sobremarcha». A pesar de haber alcanzado el millón de firmas, los organizadores enfatizan la importancia de firmar correctamente para evitar que las firmas sean invalidadas.
«Si podemos superar el umbral de firmas, hay una posibilidad muy fuerte de que la Comisión Europea apruebe nueva legislación que tanto protegerá los derechos de los consumidores a conservar los videojuegos que han comprado como avanzará masivamente los esfuerzos de preservación», indica el sitio web oficial.
Más allá de los juegos online
La iniciativa no se limita solo a juegos multijugador. También aborda casos como Chaos Rings, un RPG desarrollado por Media.Vision que fue completamente eliminado no solo de las tiendas digitales, sino también de las listas de descarga de usuarios que ya lo habían comprado.
El impacto potencial
Si tiene éxito, esta campaña podría establecer un precedente mundial para la protección de los derechos digitales, no solo en videojuegos sino potencialmente en otros medios digitales. La frase «Si comprar no es poseer, entonces piratear no es robar» se ha convertido en un mantra para los defensores de los derechos digitales.
La campaña representa un momento crucial en la evolución de los derechos del consumidor en la era digital, donde la línea entre poseer y licenciar contenido digital se ha vuelto cada vez más borrosa.
Para aquellos interesados en apoyar la iniciativa, las peticiones permanecen activas en el sitio web oficial, con versiones específicas para diferentes regiones incluyendo la Unión Europea y Reino Unido.