La teoría del internet muerto, según la Universidad de Nueva Gales del Sur, sugiere que gran parte de la actividad y contenido en internet, incluidas las cuentas en redes sociales, está siendo creada y automatizada principalmente por agentes de inteligencia artificial. Estos agentes son capaces de generar rápidamente publicaciones junto con imágenes creadas por IA, diseñadas para captar la atención y fomentar la interacción en plataformas como Facebook, Instagram y TikTok. Este fenómeno plantea preocupaciones sobre la autenticidad del contenido que consumimos diariamente.
Los expertos destacan que la teoría del internet muerto va más allá, afirmando que muchas de las cuentas que interactúan con dicho contenido también parecen estar gestionadas por inteligencia artificial. Esto crea un ciclo vicioso de interacción artificial, que carece de un propósito claro y en el que la participación humana es cada vez menor. Este ciclo plantea interrogantes sobre el futuro de la interacción en línea y el papel que jugarán los humanos en un entorno cada vez más automatizado.
El aumento del contenido generado por inteligencia artificial es innegable. Investigadores de OpenAI han expresado su preocupación por el futuro de la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad. Además, se ha observado un fenómeno inquietante donde una mayoría significativa de hombres afirma estar dispuesta a casarse con una pareja virtual creada por IA. Esto refleja un cambio en la percepción de las relaciones y la interacción social en la era digital.
Con una gran parte del contenido en internet siendo generado por IA, surge la pregunta de si un «internet muerto» está realmente tan lejos de la realidad. De ser así, ¿qué implicaciones tendría esto para nuestra vida diaria? Podría significar un regreso a actividades más tangibles, como pasar tiempo en la naturaleza, conectar con otros en persona y retomar aficiones. Por otro lado, podríamos enfrentarnos a una disminución en la interacción humana, confiando cada vez más en la IA para satisfacer nuestras necesidades sociales y emocionales.