Apple ha lanzado recientemente iOS 18.3, su última actualización para iPhone, que incluye una novedad inesperada: compatibilidad con la red de satélites Starlink. Este movimiento ha sido descrito como un avance significativo en la tecnología móvil, eliminando la necesidad de apuntar el teléfono al cielo para conectarse al satélite. Este desarrollo es uno de los más destacados en el ámbito tecnológico de los últimos meses y representa una colaboración notable entre Apple, SpaceX y T-Mobile.

Según un informe de Bloomberg, Apple ha estado trabajando en secreto con SpaceX y T-Mobile para integrar el soporte de Starlink en su software más reciente. Esta colaboración ofrece una alternativa al servicio de comunicación satelital propio de Apple, que hasta ahora utilizaba la red Globalstar. Aunque T-Mobile ya ofrecía una opción de mensajes de emergencia vía satélite para usuarios de Samsung, esta es la primera vez que se extiende a dispositivos Apple.

El fundador de IBC Group, Mario Nawfal, ha calificado esta actualización como un «cambio de juego», destacando que Starlink permite la conexión desde el bolsillo sin necesidad de apuntar el dispositivo al cielo. Actualmente, el servicio se limita a mensajes de texto, pero SpaceX y T-Mobile planean expandirlo para incluir llamadas de voz y datos en el futuro. Elon Musk ha comentado que la generación actual de satélites Starlink debería permitir la transmisión de imágenes de resolución media, música y podcasts de audio.

Un número limitado de iPhones en la red de T-Mobile ha sido habilitado para participar en una prueba beta, recibiendo mensajes que indican la posibilidad de mantenerse conectados mediante mensajes de texto vía satélite. T-Mobile ha anunciado que la prueba comenzará con smartphones optimizados y que la mayoría de los teléfonos modernos serán compatibles en el lanzamiento completo. Además, algunos usuarios de Android con la última versión del software también podrán participar en la beta.

La integración de Starlink en dispositivos Apple representa un avance hacia la conectividad global sin depender de redes terrestres. Aunque actualmente el servicio está limitado a usuarios de T-Mobile en Estados Unidos y requiere formar parte del programa beta, se espera que en el futuro se amplíe a una gama más amplia de dispositivos. Este desarrollo plantea preguntas sobre el futuro de las redes móviles tradicionales y la posibilidad de que las conexiones satelitales se conviertan en la norma.

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