Las personas con epilepsia fotosensible podrían pronto disfrutar de la televisión sin preocupaciones gracias a un avance tecnológico. Científicos del Reino Unido han desarrollado unas gafas capaces de bloquear longitudes de onda específicas de luz que se sabe que provocan crisis epilépticas. Este desarrollo podría representar un cambio significativo para aquellos afectados por esta condición.
Se estima que aproximadamente una de cada 4,000 personas padece epilepsia fotosensible, una forma de epilepsia en la que las crisis son desencadenadas por la luz. Las luces intermitentes y los patrones alternantes, como los que se encuentran en discotecas, vehículos de emergencia, televisión, películas y videojuegos, pueden ser desencadenantes si tienen la combinación adecuada de brillo, frecuencia y longitud de onda. Este fenómeno ha sido objeto de preocupación desde incidentes como el de Pokémon en 1997, que provocó crisis en cientos de espectadores.
Investigadores de las Universidades de Glasgow y Birmingham han desarrollado unas gafas que podrían reducir este riesgo. Las lentes están diseñadas para bloquear casi toda la luz con longitudes de onda entre 660 y 720 nanómetros, una región del espectro de luz roja asociada con estos desencadenantes. Estas lentes contienen cristales líquidos que alteran sus propiedades ópticas en respuesta al calor. Un pequeño circuito en las monturas calienta las lentes a 36.5 °C, lo que provoca que reflejen esas longitudes de onda específicas de luz roja.
La innovación permite que las personas usen las gafas con visión normal la mayor parte del tiempo, activándolas solo cuando desean ver televisión o jugar videojuegos sin preocuparse por una reacción adversa. Estudios anteriores utilizaron lentes coloreadas para lograr un efecto similar, pero solo filtraban alrededor del 50% de la luz roja objetivo y no podían activarse y desactivarse, afectando la visión del color del usuario en todas las situaciones.
Actualmente, las gafas solo funcionan en ambientes de hasta 26 °C, lo que representa un área de mejora para los investigadores. Además, el equipo busca reducir el tiempo necesario para activarlas, lo que podría aumentar su practicidad y comodidad para los usuarios en el futuro. Este avance representa un paso importante hacia la mejora de la calidad de vida de las personas con epilepsia fotosensible.