Investigadores de China podrían estar a punto de hacer realidad las capas de invisibilidad de las películas de Harry Potter. Un equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica ha desarrollado un material innovador capaz de cambiar de color para mimetizarse con su entorno, al igual que un camaleón.

En la naturaleza, los camaleones y los pulpos son maestros del camuflaje activo, capaces de alterar su apariencia para evadir depredadores. Sin embargo, replicar esta hazaña con materiales artificiales ha requerido tradicionalmente sistemas electrónicos voluminosos, complejos y costosos.

El equipo de investigación superó estos desafíos con un avance denominado «foto-cromismo auto-adaptativo» o SAP. Esta innovación se basa en un compuesto molecular que se reconfigura al ser expuesto a longitudes de onda específicas de luz. Como resultado, el material puede experimentar una transformación de color notable sin necesidad de fuentes de energía externas ni electrónica sofisticada.

Esquema científico que ilustra el camuflaje activo y la fotoquímica auto-adaptativa (SAP), con gráficos de absorción espectral y fórmulas químicas relacionadas con moléculas DASAs, mostrando su respuesta a diferentes longitudes de onda de luz.

El científico principal, Wang Dongsheng, explicó que al aplicar esta tecnología a la ropa, «podría hacer que una persona sea efectivamente invisible». Para demostrar esta capacidad, los investigadores llenaron un contenedor transparente con la solución SAP y lo colocaron en cajas acrílicas translúcidas de varios colores. Sorprendentemente, la solución se adaptó para coincidir con los colores de su entorno, mostrando su potencial transformador.

Llevando su innovación un paso más allá, los investigadores probaron la solución SAP en un entorno natural lleno de plantas coloridas. El contenedor se adaptó a su entorno, cambiando de color en solo 30 a 80 segundos. Además, el equipo desarrolló recubrimientos en aerosol que pueden aplicarse a objetos sólidos, permitiéndoles mezclarse con el fondo en menos de un minuto.

Según el estudio publicado en Science Advances, estos materiales presentan oportunidades emocionantes en campos como la moda, la encriptación y la tecnología furtiva. También son lo suficientemente robustos para aplicaciones militares y de construcción, manteniendo una funcionalidad impecable en temperaturas extremas que van desde -20 hasta 70 grados centrígrados.

Existe una limitación con los recubrimientos: aún no pueden replicar todos los tonos del espectro visible. Wang admitió que los tonos azules y púrpuras siguen siendo un desafío, pero el equipo planea expandir la paleta de colores en futuras investigaciones. A pesar de esto, el concepto central está cargado de potencial. El equipo también está trabajando para acelerar la velocidad de los cambios de color y lograr distinciones de sombreado más finas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí