Lente de contacto inteligente para detectar pérdida de visión irreversible de manera inalámbrica

En el contexto de la salud ocular global, con más de tres millones de personas afectadas por el glaucoma solo en Estados Unidos y 80 millones en todo el mundo, surge una innovación tecnológica prometedora: los lentes de contacto inteligentes. El glaucoma, conocido por ser una causa de pérdida de visión irreversible, podría enfrentarse más eficazmente con esta nueva tecnología.

Expertos han desarrollado un lente de contacto medidor inalámbrico (Wireless Measuring Contact Lens, WMCL), que incorpora un sistema resonante dual inductor-capacidad-resistor (LCR). Este sistema está diseñado para compensar automáticamente las variaciones de temperatura, permitiendo un monitoreo cuantitativo y preciso de la presión intraocular (IOP, por sus siglas en inglés), un indicador clave en la detección de enfermedades oculares como el glaucoma.

El sistema LCR dual juega un papel crucial, ya que ajusta las mediciones de la presión intraocular ante cambios de temperatura, asegurando así resultados precisos. Este avance podría mejorar significativamente el diagnóstico y manejo de condiciones oculares, reduciendo potencialmente el riesgo de pérdida de visión asociada al glaucoma.

Según informaciones de ACS Newsroom, los lentes de contacto inteligentes están diseñados para la detección temprana y el seguimiento continuo del glaucoma, facilitando tratamientos oportunos que son esenciales para minimizar la pérdida de visión.

La creación de un prototipo de lente de contacto «inteligente» permite medir la presión ocular de manera precisa, independientemente de las variaciones de temperatura. Tradicionalmente, los exámenes oftalmológicos utilizan pruebas de soplido de aire que pueden ser incómodas para los pacientes. El nuevo método propone una detección continua y más confortable de las fluctuaciones de presión.

El equipo de investigación ha integrado dos circuitos en espiral miniatura en los lentes, cada uno con patrones de vibración distintos, que responden a mínimos estiramientos. Estos circuitos, embebidos en un material típico de lentes de contacto llamado polidimetilsiloxano, permiten la lectura inalámbrica de los patrones de vibración mediante una bobina conectada a un computador cercano al lente.

Los lentes se probaron en especímenes de ojo de cerdo en laboratorio, controlando las presiones oculares y temperaturas. Los datos de presión se transmitieron de manera inalámbrica en un rango de temperatura de 50 a 122 grados Fahrenheit. Los resultados mostraron que, utilizando los datos de ambos circuitos, la precisión de las lecturas de presión solo difería en un siete por ciento del valor real, eliminando errores relacionados con la temperatura.

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