El panorama de las estaciones espaciales está experimentando un cambio significativo a medida que las empresas privadas se preparan para ofrecer nuevas oportunidades en ciencia, comercio y turismo en el espacio exterior. Blue Origin lidera esta transformación con su programa Orbital Reef, que busca albergar actividades comerciales en la órbita terrestre baja, justo cuando la Estación Espacial Internacional (ISS), plagada de problemas de antigüedad y mantenimiento, se acerca al final de su vida útil.
Los socios de Blue Origin en este programa, incluyendo empresas como Redwire, Sierra Space y Boeing, están avanzando en el desarrollo de los componentes necesarios para esta iniciativa. Sin embargo, la colaboración enfrenta desafíos, incluyendo la posible regulación en un sector comercial espacial hasta ahora poco regulado.
Recientemente, Orbital Reef superó pruebas críticas para su sistema de soporte vital con la ayuda de la NASA, demostrando la efectividad de sus sistemas de control de contaminantes, oxidación de contaminantes en agua, recuperación de agua de orina y pruebas en tanques de agua. Estos avances son esenciales para mantener la vida humana en el espacio durante periodos prolongados.
Fundada por Jeff Bezos, Blue Origin mantiene reserva sobre sus progresos y desafíos, y ha declinado hacer comentarios más allá de los comunicados sobre el soporte vital de la NASA. Este proyecto cuenta con el respaldo del programa de Destinos Comerciales en Órbita Terrestre Baja (CLD) de la NASA, que busca promover la creación de hábitats espaciales por parte del sector privado.
Orbital Reef enfrenta el desafío de reimplementar tecnologías exitosas en la Tierra, como sistemas de soporte vital regenerativos y hábitats expandibles, pero en el entorno desafiante del espacio, todo dentro de un presupuesto mucho más reducido en comparación con los programas anteriores de estaciones espaciales nacionales. Además, la autonomía y redundancia serán cruciales para las funciones críticas de la misión, así como las comunicaciones de alta capacidad para transmitir datos y permitir la conectividad de los visitantes.
En un avance reciente, Sierra Space realizó una prueba de Presión de Ruptura Máxima en su hábitat LIFE, que superó ampliamente los niveles de seguridad recomendados por la NASA. Este hábitat, parte del complejo modular de Orbital Reef, podría lanzar una versión preliminar hacia finales de 2026.
Mientras tanto, otras naciones no se quedan atrás. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha firmado un memorando de entendimiento para acceder a la futura estación espacial Starlab después de la transición de la ISS. China también está ampliando su estación Tiangong para actividades comerciales, aumentando la competencia en el sector emergente de estaciones espaciales.