La nueva PlayStation 5 Pro de Sony incorpora una GPU que, en su mayoría, se basa en tecnología antigua. Sin embargo, ofrece un adelanto de las mejoras en trazado de rayos (ray-tracing) que llegarán con los nuevos chips gráficos RDNA 4 de AMD para jugadores de PC. Esta información se desprende de un análisis detallado de la PS5 Pro, que también reveló que Sony ha optado por desarrollar su propio hardware de inteligencia artificial en la consola, en lugar de utilizar la tecnología de AMD.
Mark Cerny, arquitecto principal de las consolas PlayStation de Sony, ha explicado que la GPU de la PS5 Pro sigue basándose en RDNA 2, al igual que la PS5 original. La razón detrás de esta decisión es sencilla: la compatibilidad. Al mantener en gran medida la tecnología RDNA 2 para los sombreadores en la GPU de la PS5 Pro, los desarrolladores de juegos pueden compilar un único camino de código que funcione tanto en la PS5 como en la PS5 Pro, facilitando así el desarrollo y la optimización de los juegos.
No obstante, la PS5 Pro no es idéntica a su predecesora. Según Cerny, «la tecnología base de la PS5 Pro se sitúa entre RDNA 2 y RDNA 3». Aunque los sombreadores son de RDNA 2, partes del pipeline de geometría provienen de RDNA 3. Estos elementos del pipeline de geometría son más rápidos, pero esencialmente invisibles para el motor del juego, lo que permite usar el mismo código en ambas consolas, con un mejor rendimiento en la PS5 Pro.
Si Sony hubiera optado por duplicar la capacidad de cálculo de punto flotante de RDNA 3, habría sido necesario compilar dos caminos de código, uno para la PS5 y otro para la PS5 Pro. Este no era un esfuerzo que Sony quisiera imponer a los desarrolladores de juegos, considerando que se trata de una actualización de mitad de ciclo y no de una nueva generación de consolas.