Andrew Ng revela por qué las startups de IA enfrentan un nuevo cuello de botella que no esperaban
La inteligencia artificial ha transformado radicalmente el panorama del desarrollo de software, pero según Andrew Ng, reconocido científico de Stanford y cofundador de Google Brain, esto ha creado un problema completamente inesperado para las startups.
El cambio de paradigma en el desarrollo
En una reciente entrevista en el podcast «No Priors» publicada el jueves, Ng explicó cómo la programación asistida por IA ha comprimido drásticamente los ciclos de desarrollo de las startups.
«Las cosas que solían tomar seis ingenieros tres meses para construir, mis amigos y yo simplemente las construimos en un fin de semana», declaró el profesor de Stanford.
Esta aceleración dramática en el desarrollo ha desplazado el cuello de botella hacia una área completamente diferente: «El cuello de botella es decidir qué es lo que realmente queremos construir», añadió Ng.
La nueva realidad del feedback de usuarios
El problema se intensifica cuando consideramos los tiempos de respuesta del mercado. En el pasado, cuando un prototipo tardaba tres semanas en desarrollarse, esperar una semana adicional para obtener comentarios de los usuarios no representaba un gran inconveniente.
Sin embargo, Ng señala que en la actualidad, cuando un prototipo puede construirse en un solo día, «si tienes que esperar una semana para obtener feedback de los usuarios, eso es realmente doloroso».
Esta desproporción está obligando a los equipos a tomar decisiones de producto más rápidas, y según Ng, sus equipos están «dependiendo cada vez más de la intuición».
Las nuevas habilidades críticas para product managers
Ng enfatiza que los mejores gestores de producto deben traer «empatía profunda hacia el cliente». Ya no es suficiente simplemente analizar datos sobre el comportamiento del usuario; necesitan formar un modelo mental del cliente ideal.
Se trata de la capacidad de «sintetizar muchas señales para realmente ponerse en el lugar de la otra persona y luego tomar decisiones de producto muy rápidamente», explicó.
El gran debate sobre los product managers
Los comentarios de Ng llegan en un momento en que la industria tecnológica debate intensamente el papel de los product managers en la era de la IA.
Voces a favor
Algunos líderes tecnológicos consideran que los product managers son fundamentales en la era de la IA:
- Kevin Scott, director de tecnología de Microsoft, argumentó en el podcast «Twenty Minute VC» que los product managers juegan un papel crucial en establecer «bucles de retroalimentación» para mejorar los agentes de IA.
Voces en contra
Otros ejecutivos cuestionan su valor añadido:
- Edwin Chen, CEO de Surge AI, declaró en «No Priors» que los product managers no tienen sentido en las primeras etapas de una empresa.
- Microsoft busca aumentar el número de ingenieros en relación con los product managers, según reportes de marzo.
Cambios organizacionales
La tendencia hacia el «founder mode» – un concepto popularizado por Paul Graham de Y Combinator y defendido por Brian Chesky de Airbnb – ha llevado a algunos líderes a cuestionar si deberían delegar decisiones de producto a los product managers.
Ejemplos concretos del cambio:
- En 2023, Chesky fusionó la gestión de productos con marketing en Airbnb
- Snap despidió a 20 product managers ese mismo año para acelerar la toma de decisiones, según The Information
El futuro de la gestión de productos
La evolución que describe Ng sugiere que el papel del product manager está experimentando una transformación fundamental. En lugar de ser coordinadores tradicionales entre departamentos, ahora deben convertirse en tomadores de decisiones ultrarrápidos con una comprensión intuitiva profunda de las necesidades del cliente.
Esta nueva realidad plantea preguntas importantes sobre cómo las empresas tecnológicas estructurarán sus equipos y procesos de desarrollo en un mundo donde la velocidad de implementación ha superado dramáticamente la velocidad de validación del mercado.
La conclusión de Ng es clara: en un mundo donde la IA ha democratizado la programación, la verdadera ventaja competitiva radica en la capacidad de tomar decisiones de producto excepcionales a velocidad de vértigo.