La empresa de ciberseguridad y VPN con sede en Ginebra, Proton, ha perdido la confianza en Suiza como sede para sus servidores de inteligencia artificial debido a los cambios propuestos en las leyes de vigilancia del país. La compañía, conocida por sus servicios de correo electrónico encriptado, está invirtiendo 100 millones de francos suizos en infraestructura fuera de Suiza para su nueva IA llamada Lumo.
Una decisión drástica por la seguridad de los usuarios
Andy Yen, director de Proton, explicó en una entrevista con Le Temps las razones detrás de esta decisión sin precedentes. «Hoy, el mercado de servicios de inteligencia artificial generativa está dominado por estadounidenses y chinos, con Google Gemini, ChatGPT, DeepSeek y Microsoft Copilot», afirma Yen. «Creemos que es crucial ofrecer alternativas».
El ejecutivo comparó la situación actual con el desarrollo de Internet: «Si observamos el desarrollo de Internet desde sus orígenes, el problema surge del hecho de que a finales de los años 90 dejamos que las empresas estadounidenses dominaran la búsqueda en línea. Esto llevó al modelo económico dominante de hoy: el capitalismo de vigilancia«.
Lumo: la IA privada que desafía a los gigantes tecnológicos
La nueva IA de Proton, Lumo, promete ser diferente a sus competidores. «Gracias a un cifrado muy robusto, la información que compartas con nuestra IA no puede ser utilizada ni divulgada», asegura Yen. «El historial de tus conversaciones te pertenece; nadie, ni siquiera Proton, puede acceder a él».
Sin embargo, la infraestructura para Lumo no estará ubicada en Suiza. Proton ha optado por Alemania y también está desarrollando instalaciones en Noruega, con una inversión total de 100 millones de francos suizos.
Las controvertidas reformas de vigilancia suizas
La decisión de abandonar Suiza está directamente relacionada con los cambios propuestos a la ley de vigilancia suiza. Yen no escatima en críticas: «Es una situación sin precedentes. La propuesta del ministro Beat Jans es extrema: pretende imponer vigilancia masiva en Suiza, lo cual es ilegal no solo en la UE sino también en Estados Unidos».
El director de Proton va más allá en sus declaraciones: «Esto obligaría a las empresas suizas a espiar a sus usuarios en nombre del Estado. Si este proyecto de ley fuera aprobado, los servicios ofrecidos por Proton en Suiza serían menos privados que los ofrecidos por Google«.
Un precedente preocupante para la industria tecnológica
Esta decisión de Proton marca un hito preocupante para Suiza, tradicionalmente considerada un refugio para empresas que buscan privacidad y neutralidad. La comparación que hace Yen de las propuestas suizas con regímenes autoritarios es particularmente llamativa: anteriormente, la empresa había descrito la ley propuesta como «idéntica a Rusia».
La salida de la infraestructura de IA de Proton de Suiza no solo representa una pérdida económica directa de 100 millones de francos suizos, sino que también señala un posible éxodo de empresas tecnológicas preocupadas por la privacidad y la vigilancia gubernamental.
El futuro de la privacidad digital
Con Lumo, Proton busca posicionarse como una alternativa europea a los gigantes tecnológicos estadounidenses y chinos. La empresa promete que su IA mantendrá los mismos estándares de privacidad que han caracterizado sus servicios de correo electrónico y VPN.
La decisión de la empresa subraya la importancia creciente de las leyes de privacidad en la elección de ubicación para infraestructura tecnológica crítica. Mientras Suiza debate estos cambios legislativos, empresas como Proton ya están votando con sus inversiones, eligiendo jurisdicciones que consideran más favorables para la privacidad de los usuarios.
Esta situación plantea preguntas fundamentales sobre el equilibrio entre seguridad nacional y privacidad digital, especialmente cuando empresas establecidas en Suiza prefieren invertir en otros países europeos para proteger los derechos de privacidad de sus usuarios.