Los usuarios ya no podrán comprar nuevo contenido, pero conservarán acceso a sus compras anteriores
Microsoft ha cerrado abruptamente su tienda de películas y TV en consolas Xbox y PCs con Windows. A partir de hoy, ya no es posible comprar nuevas películas o programas de televisión desde la Microsoft Store en Xbox o Windows, aunque los usuarios mantendrán acceso a todo el contenido que hayan adquirido previamente en sus dispositivos.
Qué significa para los usuarios existentes
«Las descargas seguirán estando disponibles en Windows y en resolución HD máxima», según informa Microsoft. Sin embargo, los usuarios deberán continuar utilizando la aplicación Movies & TV en Windows o Xbox para reproducir el contenido que poseen, en lugar de acceder a él desde otro servicio, a menos que sus películas compradas formen parte de Movies Anywhere en Estados Unidos.
Microsoft no está ofreciendo reembolsos por las compras realizadas anteriormente, dejando a los usuarios dependientes de que la compañía mantenga sus servidores en línea durante los próximos años.
El fin de una era que comenzó con Zune
Este cierre había sido anticipado nerviosamente por usuarios de Xbox y Windows desde que Microsoft cerró su servicio Groove Music en 2017. La historia de la tienda de contenido multimedia de Microsoft se remonta a 2006, cuando originalmente lanzó una tienda de películas y TV con el Zune Marketplace, que fue reemplazada por Xbox Video en 2012. Posteriormente, esto evolucionó hacia la aplicación y tienda Movies & TV en 2015, y ahora, una década después, está desapareciendo.
Microsoft se retira del negocio de contenido multimedia
Con esta decisión, Microsoft deja en manos de Amazon, Netflix, Apple TV y los muchos otros servicios de streaming de video la tarea de proporcionar contenido de películas y TV en Windows y Xbox. La compañía continuará brindando soporte para cualquier problema con el contenido adquirido previamente.
Implicaciones para el futuro
Este movimiento refleja la consolidación del mercado de streaming y el reconocimiento de Microsoft de que no puede competir efectivamente con los gigantes establecidos del entretenimiento digital. Los usuarios ahora dependen completamente de que Microsoft mantenga sus servidores activos para acceder a sus compras, una situación que genera incertidumbre sobre la longevidad del acceso a este contenido.