Ensayo clínico pionero muestra que 10 de 12 pacientes dejaron de necesitar insulina suplementaria después de un año

Un revolucionario tratamiento para la diabetes tipo 1 podría eliminar la necesidad de inyecciones diarias de insulina. Una sola infusión de células pancreáticas cultivadas en laboratorio permitió que los cuerpos de los pacientes produjeran toda la insulina que necesitaban, según informan los científicos en un estudio publicado el 20 de junio en el New England Journal of Medicine.

Los resultados son extraordinarios: un año después del tratamiento, 10 de 12 participantes ya no necesitaban insulina suplementaria.

«Este es un estudio histórico, esto no se puede subestimar», dice Giacomo Lanzoni, investigador de diabetes en la Universidad de Miami Miller School of Medicine, quien no participó en el nuevo trabajo. Estas células cultivadas en laboratorio pueden tratar exitosamente la diabetes, y la técnica para fabricarlas puede escalarse. Esto abre la puerta para restaurar la producción de insulina en muchas personas con la enfermedad.

Un avance contra una enfermedad devastadora

La diabetes tipo 1 afecta a más de 8 millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad autoinmune que enfrenta al sistema inmunológico de una persona contra las células productoras de insulina en su páncreas, destruyéndolas. La insulina ayuda al azúcar a pasar de la sangre a nuestras células para obtener energía; sin ella, el azúcar permanece en la sangre, privando de energía a las células.

«Las personas no pueden sobrevivir sin insulina», dice la coautora del estudio Felicia Pagliuca, bióloga celular y vicepresidenta senior de Vertex Pharmaceuticals, la empresa con sede en Boston detrás de la nueva terapia.

Aunque la insulina inyectada ha estado disponible durante más de 100 años, y herramientas como monitores continuos de glucosa y bombas de insulina ayudan a los pacientes a rastrear el azúcar en sangre y ajustar los niveles de insulina, estas herramientas no son perfectas. Nuestros cuerpos toleran una zona estrecha de niveles seguros de azúcar en sangre. Demasiado alto y las personas pueden sufrir daños en riñones, nervios y ojos. Demasiado bajo y las personas pueden desmayarse, o peor.

La limitación de los tratamientos existentes

En 2023, la FDA estadounidense aprobó una terapia utilizando células pancreáticas de donantes fallecidos destinada a reemplazar las células productoras de insulina perdidas en personas con diabetes tipo 1. Pero el enfoque está limitado por el número de donantes de órganos disponibles y la calidad de sus células. Los pacientes a menudo necesitan infusiones de múltiples páncreas donados, dice Pagliuca.

Para abordar estos desafíos, Vertex desarrolló un método para cultivar células de islotes pancreáticos en el laboratorio utilizando células madre humanas y una mezcla de nutrientes y químicos. Estos islotes cultivados en laboratorio, grupos de células que contienen células beta productoras de insulina, no terminan en los páncreas de las personas. En cambio, se asientan en el hígado, una ubicación que parece funcionar bien para ellas y los pacientes.

Resultados prometedores del ensayo clínico

En un pequeño ensayo clínico de 14 personas con diabetes tipo 1, los médicos infundieron cientos de millones de células de islotes fabricadas en laboratorio en las venas de los participantes. Estas células «comienzan a funcionar de inmediato», dice Pagliuca, detectando los niveles de azúcar en sangre y produciendo insulina en respuesta.

Después de una dosis completa de la terapia, llamada zimislecel, 10 de 12 participantes que antes dependían de insulina suplementaria ya no la necesitaban, incluso un año después del tratamiento. Los otros dos redujeron sus dosis de insulina hasta en un 70%.

«Dejar la terapia con insulina es un logro notable«, dice Tom Donner, director del Johns Hopkins Diabetes Center. El manejo de la diabetes puede ser una enorme carga psicológica, dice. Aliviar la necesidad de insulina suplementaria podría aliviar esa carga.

Desafíos y efectos secundarios

Aunque los pacientes en el nuevo estudio generalmente toleraron bien la terapia, los científicos de Vertex reportaron dos muertes no relacionadas y una serie de efectos secundarios. Una muerte se debió a una complicación quirúrgica, dice Pagliuca. La otra fue por una lesión cerebral preexistente.

Los efectos secundarios, que incluyeron diarrea, dolor de cabeza, náuseas e infección por COVID-19, se debieron en gran parte a medicamentos inmunosupresores que evitan que el cuerpo ataque y rechace las nuevas células de islotes. Los pacientes tendrán que permanecer en estos medicamentos para proteger las células.

«La inmunosupresión no es un paseo por el parque», dice Lanzoni. Trae todo tipo de riesgos, incluyendo infección. Idealmente, le gustaría ver una terapia celular para diabetes que no requiera inmunosupresión a largo plazo, algo en lo que él y otros en el campo están trabajando.

Perspectivas futuras

Vertex ha expandido su estudio para incluir 50 pacientes en total, casi todos los cuales han recibido su dosis de terapia celular. Los investigadores esperan tener datos de esos pacientes y solicitar aprobación regulatoria para la terapia en 2026.

Esta terapia revolucionaria representa un hito histórico en el tratamiento de la diabetes tipo 1, ofreciendo esperanza real a millones de personas que luchan diariamente con el manejo de esta enfermedad autoinmune. Si bien aún quedan desafíos por superar, particularmente en relación con la inmunosupresión, los resultados iniciales son extraordinariamente prometedores y marcan el comienzo de una nueva era en el tratamiento de la diabetes.

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