Las tecnologías para modificar los rayos del sol han sido un tema tabú durante mucho tiempo, pero ahora están ganando interés en la lucha contra el cambio climático. Este enfoque, conocido como geoingeniería solar, consiste en reflejar los rayos del sol de vuelta al espacio para prevenir el calentamiento global y ha generado un intenso debate dentro de la comunidad científica.

El contenido fue publicado el 10 de mayo de 2025, y en medio de un clima mundial cada vez más caldeado —el año anterior fue el más cálido registrado—, el interés por estas tecnologías ha surgido con fuerza. Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes: los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar está subiendo y eventos extremos como sequías e inundaciones son cada vez más frecuentes.

Desde que la administración Trump anunció la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, el objetivo de limitar el calentamiento climático a 1.5°C parece estar cada vez más fuera de alcance. Este contexto ha colocado a las tecnologías de modificación de la radiación solar (SRM) en el frente de la investigación. Fundaciones privadas y países como Estados Unidos, Reino Unido y China han invertido decenas de millones de dólares en proyectos de investigación destinados a reflejar los rayos del sol.

Empresas como la start-up estadounidense Make Sunsets ya han comenzado experimentos al aire libre y están planeando nuevos proyectos para este año. La conferencia más grande sobre SRM hasta la fecha se llevará a cabo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, del 12 al 16 de mayo. Investigadores, representantes de ONG y tomadores de decisiones discutirán los aspectos científicos, sociales y políticos de la geoingeniería solar.

¿Qué son las tecnologías de modificación de la radiación solar?

Las tecnologías SRM son intervenciones climáticas deliberadas y a gran escala que buscan reducir el calentamiento global. Existen dos formas principales de cambiar el efecto de los rayos del sol sobre el planeta:

  • Aumentar el reflejo de la luz solar de vuelta al espacio.
  • Reducir la absorción de radiación solar por parte de la Tierra.

Los defensores de SRM argumentan que representan la única opción sostenible para devolver rápidamente la temperatura del planeta a niveles cercanos a los preindustriales, a un costo relativamente bajo. La Tierra refleja aproximadamente el 30% de la energía solar que recibe; aumentar esta reflectividad en solo un 1% podría reducir la temperatura media del planeta en aproximadamente 1°C.

La comunidad científica está de acuerdo en que son necesarias reducciones urgentes y drásticas en las emisiones de CO2 para hacer frente al cambio climático. Los partidarios de la geoingeniería solar sostienen que esta tecnología podría actuar como un puente mientras se alcanza la neutralidad en las emisiones. También ayudaría a mitigar algunos de los efectos del calentamiento global, como el aumento del nivel del mar.

¿Cómo es posible reflejar la luz solar de regreso al espacio?

Uno de los métodos más investigados es la inyección de aerosoles en la atmósfera (inyección de aerosoles estratosféricos o SAI). Los aerosoles son partículas microscópicas que pueden reflejar la radiación solar de regreso al espacio, reduciendo la temperatura en la superficie. Aviones o globos liberarían miles de millones de moléculas de dióxido de azufre en la atmósfera, formando aerosoles que crearían una especie de capa reflectante alrededor de la Tierra.

Este fenómeno ocurre de forma natural durante grandes erupciones volcánicas. En 1991, la erupción del Pinatubo en Filipinas liberó cenizas y dióxido de azufre que llevaron al planeta a enfriarse en 0.5°C durante dos años.

Un reciente estudio suizo sugiere utilizar partículas sólidas en lugar de dióxido de azufre, como calcita o polvo de diamante, que tendrían una mayor capacidad para reflejar la luz solar y un menor impacto ambiental.

Otra tecnología avanzada de SRM es el aclaramiento de nubes marinas (MCB). Cannons especiales montados en barcos rociarían una mezcla de agua de mar en la atmósfera. Los cristales de sal facilitarían la formación de nubes más brillantes sobre los océanos, que reflejan más luz solar y protegen los arrecifes de coral de las altas temperaturas.

¿En qué etapa se encuentra el desarrollo de las tecnologías SRM?

La geoingeniería solar sigue siendo en gran medida un enfoque teórico por ahora. Sin embargo, están surgiendo más programas de investigación sobre SRM, y varios proyectos ya están llevando a cabo experimentos al aire libre. Make Sunsets afirma que ya ha enviado 147 globos llenos de moléculas de dióxido de azufre a la atmósfera.

Si la humanidad en su conjunto o un grupo de países poderosos y suficientemente ricos acuerda que la inyección de aerosoles estratosféricos a escala global es una necesidad, podría implementarse en cuestión de años, según Claudia Wieners, profesora asistente de física climática en la Universidad de Utrecht, Países Bajos. “Construir la bomba atómica fue más difícil”, afirma.

¿Por qué es controvertida la geoingeniería solar?

Aunque SRM puede reducir las temperaturas, no disminuye la cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera. Por lo tanto, actúa sobre los síntomas y no sobre las causas de la crisis climática. Los opositores ven la geoingeniería solar como una salida que distrae de la meta real de reducción de emisiones.

“SRM proyectará falsas esperanzas de que podemos salir de la crisis con tecnología”, dice Xiao-Shan Yap, asesora de políticas en el Centro Espacial de la Escuela Politécnica Federal de Lausana. Afirma que el riesgo es que los políticos retrocedan en su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La inyección de aerosoles en la atmósfera también podría tener impactos inesperados sobre el clima, los patrones de precipitación y el medio ambiente. Las partículas de dióxido de azufre, por ejemplo, son dañinas para la salud y causan lluvia ácida.

Este plan B para el cambio climático también plantea preguntas fundamentales: ¿quién debería decidir cuándo y dónde implementar SRM? ¿Quién sería responsable en caso de efectos secundarios perjudiciales? ¿Qué sucedería si un proyecto se interrumpe prematuramente, por ejemplo, debido a una guerra?

No existen reglas compartidas a nivel global. Más de 500 investigadores en Suiza y en todo el mundo han respaldado un llamado internacional para prohibir la geoingeniería solar. Quieren que no se inviertan fondos públicos en SRM y que se prohíban todos los experimentos al aire libre.

Por otro lado, Sandro Vattioni, investigador climático en el instituto de tecnología federal ETH Zurich, aboga por más investigación y experimentos más, “puramente científicos y a pequeña escala”. Vattioni es autor del estudio sobre el polvo de diamante mencionado anteriormente y será uno de los ponentes en la conferencia de SRM en Ciudad del Cabo. “Necesitamos estudiar estas tecnologías, incluidos los efectos negativos potenciales, en caso de que decidamos que las necesitamos”, dice.

¿Cuál es la posición de Suiza sobre el SRM?

Suiza pide más investigación sobre la geoingeniería solar. En 2024, presentó una resolución a la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA) pidiendo la creación de un grupo de expertos para evaluar los riesgos y beneficios. Sin embargo, Suiza retiró la resolución porque los países no lograron llegar a un consenso.

El Grupo Africano de Estados, los Estados de las Islas del Pacífico y algunos países como México se habrían opuesto a cualquier propuesta que allanara el camino para el SRM. Suiza no está persiguiendo activamente el SRM como parte de su política climática nacional, según informó la Oficina Federal del Medio Ambiente (FOEN).

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