Un grupo de adinerados inversores de Silicon Valley está dirigiendo su atención hacia las frías costas de Groenlandia para crear una «ciudad de la libertad» tecno-utópica. Según un informe de Reuters, esta iniciativa busca establecer un nuevo municipio con un enfoque libertario, caracterizado por una mínima regulación corporativa y un énfasis en el desarrollo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y pequeños reactores nucleares.

Los partidarios del desarrollo económico en Groenlandia argumentan que su clima frío puede ser ideal para enfriar centros de datos que consumen grandes cantidades de energía, necesarios para operaciones de IA. Además, se estima que grandes depósitos de minerales raros y críticos, enterrados bajo las capas de hielo, podrían utilizarse para fabricar dispositivos electrónicos de consumo.

Este «start-up city», que comparte similitudes con otro proyecto en el condado de Solano, California, cuenta ya con el respaldo de figuras prominentes como el fundador de PayPal, Peter Thiel, y Ken Howery, candidato a embajador de Estados Unidos en Dinamarca. Si Howery es confirmado por el Senado, podría actuar como un enlace entre los inversores de la ciudad de la libertad y el gobierno de EE. UU.

Sin embargo, esta iniciativa enfrenta una feroz oposición por parte de funcionarios daneses, quienes han rechazado repetidamente las propuestas de la administración Trump sobre la adquisición de la isla. Históricamente, los intentos de crear sociedades libertarias financiadas por multimillonarios en todo el mundo no han logrado prosperar más allá de ser conceptos teóricos.

Quiénes están detrás de la ciudad de la libertad

El informe de Reuters menciona que Howery y Thiel, junto con el capitalista de riesgo de Silicon Valley, Marc Andreessen, son algunas de las figuras más importantes detrás de los esfuerzos en Groenlandia. Howery, un amigo de Elon Musk, ha cofundado previamente una firma de capital de riesgo con Thiel. Este último ha sido un firme defensor del movimiento de «Seasteading», que busca construir ciudades flotantes sin estado en el océano.

Desde noviembre de 2024, ha habido rumores sobre esta ciudad propuesta cuando Dryden Brown, cofundador de Praxis, expresó su intención de adquirir terrenos en Groenlandia. Praxis es una startup de criptomonedas que se autodenomina como una «nación nativa de Internet» con la misión de «restaurar la civilización occidental».

¿Por qué la obsesión con Groenlandia?

La idea de que Estados Unidos adquiera Groenlandia, anteriormente considerada una broma, se ha vuelto un objetivo serio de política exterior. Durante las elecciones de 2024, el presidente reiteró su interés y, a pesar de que funcionarios daneses han indicado que la isla no está a la venta, el vicepresidente J.D. Vance visitó una instalación militar estadounidense en la isla, instando a los groenlandeses a cortar lazos con Dinamarca.

Los defensores del desarrollo en Groenlandia argumentan que la costa posee una de las mayores colecciones de minerales en una sola jurisdicción, incluidos minerales raros esenciales para la electrónica moderna. Se espera que nuevas técnicas mineras, junto con el derretimiento de algunos glaciares por el cambio climático, hagan accesibles estos recursos en el futuro.

Senadores como Maria Cantwell han señalado que las bajas temperaturas de Groenlandia, junto con su proximidad a ventos geotérmicos, podrían hacerla un lugar ideal para alimentar los centros de datos necesarios para operaciones de IA. En teoría, esta combinación de temperatura y acceso a energía podría atraer a empresas tecnológicas interesadas en aumentar su capacidad de computación sin depender de combustibles fósiles.

La colaboración de figura prominente como Brown con varios actores que buscan establecer una nueva ciudad en Groenlandia muestra el creciente interés tecnológico en esta región, que podría transformarse en un punto focal de innovación y exploración en el futuro.

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