Un innovador fabricante de baterías de China ha desarrollado una nueva solución energética que ha despertado el interés internacional: una pequeña batería del tamaño de una moneda alimentada por un isótopo radiactivo de níquel que se descompone en cobre estable. Esta batería, conocida como BV100, promete operar durante hasta 50 años sin necesidad de recarga ni mantenimiento.

La BV100, fabricada por Beijing Betavolt New Energy Technology, representa un avance significativo en la tecnología de almacenamiento de energía. Aunque su capacidad de salida es actualmente de 100 microwatts a 3 voltios, lo que la hace insuficiente para dispositivos de alta energía como teléfonos inteligentes o computadoras portátiles, se prevé que múltiples unidades puedan combinarse para satisfacer demandas energéticas más altas. Betavolt tiene planeado lanzar una versión más potente de un vatio más adelante este año, que podría utilizarse en electrónica de consumo y drones que operen sin recarga continua.

Los beneficios de esta batería nuclear van más allá de su longevidad y su tamaño compacto. Ofrece una densidad de energía más de diez veces superior a la de las baterías de litio convencionales, con una capacidad de almacenamiento de 3,300 milivatios-hora por gramo. Además, es altamente resistente a condiciones extremas, funcionando de manera confiable en temperaturas que van desde -60°C hasta +120°C, sin riesgos de autodescarga ni de incendio o explosión.

Este avance tecnológico ha posicionado a Betavolt como líder global en la carrera para comercializar baterías nucleares, un campo que también es disputado por empresas de EE. UU. y Europa. La compañía ha ganado reconocimiento en la comunidad científica de China, obteniendo el tercer lugar en el Concurso de Innovación 2023 de la Corporación Nacional de Energía Nuclear de China y ha registrado patentes a nivel nacional mientras se prepara para solicitudes globales bajo el marco del PCT.

La BV100 ha introducido una nueva generación de baterías nucleares que aprovechan la tecnología de semiconductores de diamante de cuarta generación, integrando un núcleo de níquel-63 que a través de su descomposición radiactiva genera electricidad. Este núcleo de solo dos micrómetros de grosor, situado entre dos semiconductores de diamante de diez micrómetros, permite obtener energía de manera eficiente.

Zhang Wei, presidente y CEO de Betavolt, ha indicado que la compañía es actualmente el único productor global de materiales semiconductores de diamante a gran escala, una capacidad que también puede beneficiarse en sectores como supercapacitores y nanotubos de carbono de ultra-larga duración.

Con este éxito, la tecnología de Betavolt ha despertado el interés en el desarrollo de baterías nucleares en otras instituciones, incluyendo la Universidad Normal del Noroeste en China, y competidores internacionales como City Labs en EE. UU., que están explorando el uso de isótopos raros como el carbono-14 para aplicaciones similares.

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