El panorama actual de la contratación está marcado por avances tecnológicos y el uso creciente de herramientas de inteligencia artificial (IA). Sin embargo, según Jon Stross, presidente y cofundador de Greenhouse, una plataforma de contratación, estos avances no siempre se traducen en mejoras reales. Desde la fundación de Greenhouse en 2012, Stross ha observado tanto beneficios como desafíos, y argumenta que, en ciertos casos, la tecnología ha agravado problemas en lugar de solucionarlos.
Uno de los mayores problemas, según Stross, es la creciente facilidad para aplicar a múltiples trabajos gracias a herramientas como el «one-click apply» o el uso de plataformas impulsadas por IA. Estas tecnologías permiten a los candidatos enviar una gran cantidad de solicitudes en poco tiempo, a menudo utilizando cartas de presentación y currículums generados por IA. Aunque esto puede agilizar el proceso, también fomenta la postulación a puestos para los que los candidatos no están realmente calificados, lo que genera mayor competencia y frustración.
El impacto se agrava por el estado del mercado laboral actual, descrito por Stross como una «recesión de cuello blanco». La presión por destacar entre cientos de solicitudes está creando un entorno cada vez más competitivo y, según sus palabras, “más desmoralizador que nunca”.
Datos alarmantes:
- En el primer trimestre de 2024, cada oferta publicada en Greenhouse recibió un promedio de 222 solicitudes, lo que representa un incremento del 43% respecto al año anterior.
- El fenómeno afecta tanto a empresas altamente competitivas como a otras menos conocidas, ampliando la sensación de agotamiento entre los candidatos.
Otro desafío significativo son las ofertas de trabajo fantasma o «ghost jobs». Estas son vacantes publicadas por empresas sin intención real de contratar en el corto plazo. Los motivos para publicarlas incluyen:
- Proyectar una imagen de crecimiento a inversores y empleados.
- Crear una base de datos de candidatos para posibles contrataciones futuras.
Según los datos de Greenhouse, entre el 18% y el 22% de las ofertas en la plataforma desde 2022 han sido clasificadas como ghost jobs. Este fenómeno no solo alimenta la falsa percepción de abundancia de oportunidades, sino que también contribuye al agotamiento de los buscadores de empleo.
Stross admite que no hay mucho que los candidatos puedan hacer frente a estas prácticas. “Cuando alguien me dice que las empresas están actuando de forma irracional, mi respuesta suele ser: ‘Sí, suele haber caos interno’”, afirma.
A pesar de las promesas de la IA, su impacto en los procesos de selección no siempre es positivo. Aunque herramientas impulsadas por IA pueden automatizar tareas como la redacción de descripciones de puestos, la programación de entrevistas o el análisis de video entrevistas, su efectividad en identificar a los mejores candidatos sigue siendo debatida.
Por otro lado, estas tecnologías también pueden aumentar la desconexión entre candidatos y empresas, al priorizar la cantidad sobre la calidad.
Desde el lado de los candidatos:
- Referencias de calidad: Stross recomienda utilizar redes de contacto para acceder a oportunidades antes de que sean publicadas masivamente.
- Conexiones en LinkedIn: Contactar a personas de primer o segundo grado en empresas donde se hayan presentado solicitudes puede marcar la diferencia.
Desde el lado de las empresas: Greenhouse ha implementado iniciativas para limitar comportamientos perjudiciales en el proceso de contratación. Entre ellas:
- Insignias verificadas: Reconocen a empleadores que demuestran buenas prácticas, como mantener una comunicación constante y respetuosa con los candidatos.
- Limitación de aplicaciones duplicadas: Las empresas pueden establecer restricciones para evitar que los candidatos se postulen repetidamente a los mismos puestos en un corto período de tiempo.
Si bien no existe una solución inmediata para los problemas actuales, iniciativas como las de Greenhouse apuntan a un cambio cultural en la forma en que se manejan los procesos de selección. Según Stross, destacar a las empresas con mejores prácticas puede ser un primer paso para reducir la frustración y ansiedad tanto en candidatos como en empleadores.
La clave está en encontrar un equilibrio entre la tecnología y la empatía en los procesos de contratación, priorizando la calidad sobre la cantidad y promoviendo un entorno más justo para todas las partes involucradas.