Investigadores descubren ‘rocas batería’ que generan oxígeno en el fondo del océano

Investigadores de la Scottish Association for Marine Science han realizado un descubrimiento sorprendente: una granja generadora de oxígeno en las profundidades del océano que podría cambiar nuestra comprensión sobre el origen de la vida en nuestro planeta. Inicialmente, el equipo pensó que se trataba de un fallo en su equipo.

El profesor Andrew Sweetman, autor principal del estudio, formó parte de un equipo que muestreó el fondo marino de la Zona Clarion-Clipperton en el Océano Pacífico para evaluar el impacto de la minería en aguas profundas en la región. Los datos de los sensores revelaron lecturas de oxígeno inesperadas, lo que llevó al equipo a recalibrar su equipo para la siguiente salida. Sin embargo, cuando el equipo de respaldo, que funcionaba de manera diferente, reportó las mismas lecturas durante un período de 10 años, supieron que algo más estaba ocurriendo.

Nódulo metálico encontrado en el fondo marino, similar a los estudiados en la Zona Clarion-Clipperton, que contiene cobalto, níquel y manganeso. Estos nódulos pueden actuar como una especie de batería natural, produciendo voltajes que permiten la electrólisis del agua de mar, generando hidrógeno y oxígeno.

Sweetman y su equipo estaban estudiando nódulos metálicos del tamaño de patatas que contienen cobalto, níquel y manganeso, los cuales podrían ser utilizados para fabricar baterías de iones de litio para vehículos eléctricos. Estos nódulos se encuentran en total oscuridad a una profundidad de más de 4.000 metros bajo la superficie, aproximadamente 600 metros más profundo que el Titanic.

Sorprendentemente, los elementos en los nódulos ya están actuando como una especie de batería. Las pruebas revelaron lecturas de voltaje de hasta 0.95 voltios en nódulos individuales, que pueden aumentar significativamente cuando los nódulos están agrupados.

Solo se necesitan 1.5 voltios para iniciar un proceso llamado electrólisis del agua de mar, que convierte el agua de mar en hidrógeno y oxígeno. Este proceso y la creación de oxígeno subacuático llevaron a las inesperadas lecturas de los sensores.

Este «oxígeno oscuro», como lo denomina Sweetman, podría obligar a replantear el desarrollo de la vida temprana en la Tierra. «Para que la vida aeróbica comenzara en el planeta, tenía que haber oxígeno, y nuestra comprensión ha sido que el suministro de oxígeno de la Tierra comenzó con organismos fotosintéticos,» dijo Sweetman. «Pero ahora sabemos que hay oxígeno producido en el fondo del mar, donde no hay luz. Creo que, por lo tanto, necesitamos revisar preguntas como: ¿dónde podría haber comenzado la vida aeróbica?»

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