Crean plástico biodegradable a partir de cebada y materiales vegetales de desecho

Investigadores de la Universidad de Copenhague han desarrollado un nuevo material bioamigable a partir de almidón de cebada mezclado con fibra de remolacha, el cual se descompone completamente en la naturaleza convirtiéndose en compost. Esta invención podría contribuir significativamente a reducir la contaminación por plásticos y la huella climática de su producción.

Los plásticos son omnipresentes debido a su durabilidad, maleabilidad y bajo costo, utilizándose en envases, ropa y piezas de aeronaves, entre otros. Sin embargo, su producción emite más CO2 que todo el tráfico aéreo combinado y su reciclaje es complicado, con solo un 9% reciclado globalmente. El resto termina en incineradoras, vertederos o en la naturaleza.

El nuevo material creado por los científicos de Copenhague se fabrica a partir de almidón modificado y puede descomponerse completamente en solo dos meses. Utiliza material vegetal natural y podría emplearse en envases de alimentos y otros usos. Este bioplástico es más resistente y soporta mejor el agua que los bioplásticos actuales, además de ser completamente biodegradable, convirtiéndose en compost gracias a microorganismos.

Los bioplásticos actuales, aunque derivados de materiales biológicos, no se descomponen fácilmente y requieren instalaciones especializadas para su degradación. En cambio, el nuevo biocompuesto de Copenhague, compuesto por amilosa y celulosa, se descompone naturalmente. La amilosa, obtenida de cultivos como maíz, patatas, trigo y cebada, y la celulosa, extraída como nanocelulosa de residuos de la industria azucarera, forman largas cadenas moleculares que aportan resistencia mecánica al material.

El nuevo material puede producirse disolviendo las materias primas en agua y mezclándolas, o calentándolas bajo presión para crear pequeños pellets que se pueden moldear. Aunque actualmente solo existen prototipos de laboratorio, la producción a gran escala sería relativamente sencilla debido a la existencia de cadenas de producción de almidón rico en amilosa.

Los investigadores están en proceso de patentar este biocompuesto y ya colaboran con empresas danesas de embalaje para desarrollar prototipos de envases de alimentos. Además, se prevé que el material pueda usarse en interiores de automóviles y otros productos. Se estima que los primeros prototipos comerciales podrían desarrollarse en un plazo de uno a cinco años.

Fuente

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.