En 2016, una grave sequía afectó a la ciudad india de Kozhikode, conocida también como Calicut. Durante este período, los residentes, incluido el estudiante Swapnil Shrivastav, tuvieron acceso limitado al agua, con una ración diaria de dos cubos por persona. Esta experiencia llevó a Shrivastav a buscar soluciones innovadoras para la escasez de agua.
Inspirado por un dispositivo de Star Wars que genera agua a partir del aire, Shrivastav, junto con Govinda Balaji y Venkatesh Raja, fundó en 2019 Uravu Labs, una startup con sede en Bangalore. Su sistema convierte el aire en agua utilizando generadores atmosféricos con desecantes líquidos que absorben la humedad del aire. Este proceso, que dura unas 12 horas, produce hasta 2,000 litros de agua potable por unidad, calentando el desecante a 65°C con energía solar o renovable para liberar y condensar la humedad.
Sin embargo, la visión inicial de Shrivastav de proporcionar agua potable a comunidades en escasez no fue económicamente viable. La tecnología aún necesita tiempo para escalar y reducir costos, y no han encontrado el apoyo necesario en India. Actualmente, venden el agua a 40 clientes en la industria hotelera, lo que ayuda a financiar el desarrollo y a mantener la sostenibilidad.
Beth Koigi, cofundadora y directora ejecutiva de Majik Water, gestiona alrededor de 40 unidades generadoras de agua atmosférica en regiones áridas y semiáridas de Kenia. Inspirada por una sequía que vivió en Nairobi en 2016, Koigi desarrolló un sistema de aire a agua después de ver que el agua contaminada del río cercano no era apta para el consumo.
Fundada en 2017, Majik Water trabaja con ONG y organizaciones humanitarias, y sus unidades más grandes producen hasta 500 litros de agua al día, siendo instaladas en escuelas y pequeñas comunidades. A pesar de la demanda, Koigi no ve esta tecnología como una solución permanente debido a sus costos elevados.
El mercado de generación de agua atmosférica, valorado en $3.4 mil millones en 2022, se espera que alcance los $13.5 mil millones en 2032. La tecnología, que puede ser alimentada por fuentes renovables, presenta una opción atractiva para ubicaciones remotas sin infraestructura hídrica tradicional.
Hay dos métodos principales para la generación de agua atmosférica: el proceso de enfriamiento y condensación, y el sistema basado en desecantes. Este último utiliza materiales higroscópicos para absorber la humedad del aire y luego liberarla mediante calentamiento.
Uravu Labs está explorando avances en ciencia de materiales para mejorar la eficiencia de los desecantes y reducir la temperatura necesaria para la liberación de humedad. Además, planean proyectos piloto en centros de datos en India y Singapur, utilizando el calor generado por estos centros para producir agua fresca.