La administración Biden rechazó una oferta de ByteDance, empresa matriz de TikTok, que habría permitido a funcionarios federales elegir miembros del consejo para su subsidiaria en EE.UU., examinar el código fuente de la aplicación y activar un «interruptor de apagado» si fuera necesario.
TikTok, bajo el proyecto denominado «Project Texas», propuso estas medidas extraordinarias en un intento por calmar las preocupaciones de seguridad nacional. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses rechazaron el plan y optaron por apoyar una ley en el Congreso que obligaría a la venta de TikTok a un propietario estadounidense.
Según el Washington Post, la oferta de ByteDance fue realizada en 2022, mientras los miembros de la Cámara y el Senado debatían sobre la mejor manera de legislar para prohibir TikTok en Estados Unidos. Las preocupaciones se centraban en que los propietarios chinos de la aplicación pudieran influir negativamente en los estadounidenses y poner en riesgo la seguridad nacional del país.
Un alto funcionario de la administración Biden explicó que la oferta de ByteDance fue considerada «insuficiente para abordar los serios riesgos de seguridad nacional» que representa TikTok. El funcionario subrayó que, aunque han estado en comunicación constante con la empresa sobre sus preocupaciones y posibles soluciones, quedó claro que la desinversión de su propiedad extranjera era y sigue siendo necesaria.
En abril, el presidente Biden firmó una ley que obligaría a la venta de TikTok o su prohibición total para enero de 2025. En respuesta, ByteDance demandó al gobierno estadounidense para bloquear la aplicación de la ley, alegando que violaba los intereses de la Primera Enmienda de los usuarios de TikTok.
No obstante, un portavoz del Departamento de Justicia declaró que la ley «aborda preocupaciones críticas de seguridad nacional de manera coherente con la Primera Enmienda y otras limitaciones constitucionales» y expresó la disposición del DOJ para defender la ley en los tribunales.