El gobierno de Estados Unidos ha presentado hoy una demanda contra Live Nation y su subsidiaria Ticketmaster, buscando la disolución de la compañía que domina el mercado de la música en vivo y eventos. El Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) busca un «alivio estructural», incluyendo una posible separación de las dos empresas, para detener lo que consideran conductas anticompetitivas derivadas del poder monopólico de Live Nation.
La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, cuenta con el apoyo del Distrito de Columbia y 29 estados adicionales. Según la queja del DOJ, «un monopolista actúa como guardián para la entrega de casi toda la música en vivo en Estados Unidos hoy en día: Live Nation, incluyendo a su subsidiaria de propiedad total, Ticketmaster».
El Fiscal General de EE.UU., Merrick Garland, destacó en una conferencia de prensa que «Live Nation se basa en conductas ilegales y anticompetitivas para ejercer su control monopólico sobre la industria de eventos en vivo en los Estados Unidos». Garland explicó que esto resulta en tarifas más altas para los fans, menos oportunidades para los artistas, presión sobre los promotores más pequeños y una reducción en las opciones reales para los servicios de venta de entradas por parte de los locales de eventos.
Garland subrayó la necesidad de desmantelar esta situación: «Es hora de deshacerlo».
La denuncia menciona que Ticketmaster impone una «lista aparentemente interminable de tarifas» a los fans, incluyendo tarifas de boletos, de servicio, de conveniencia, de orden, de manejo y de procesamiento de pagos. Live Nation y Ticketmaster controlan «aproximadamente el 80 por ciento o más de la venta primaria de boletos para los principales locales de conciertos y una creciente participación en la reventa de boletos en el mercado secundario».
En respuesta, Live Nation defendió sus prácticas comerciales, argumentando que la demanda no resolverá los problemas relacionados con los precios de los boletos, las tarifas de servicio y el acceso a los espectáculos demandados. La compañía sostuvo que llamar a Ticketmaster un monopolio puede ser un «triunfo de relaciones públicas para el DOJ a corto plazo, pero perderá en los tribunales porque ignora la economía básica del entretenimiento en vivo».
Live Nation afirmó que su crecimiento se debe a su apoyo a los artistas en sus giras globales, creando recuerdos duraderos para millones de fans y apoyando las economías locales al sostener empleos de calidad. La empresa se comprometió a defenderse de las «acusaciones infundadas» y a continuar impulsando reformas que verdaderamente protejan a los consumidores y artistas.
En cuanto a los beneficios, Live Nation afirmó que sus márgenes de ganancia no son lo suficientemente altos como para justificar la demanda del DOJ. La compañía destacó que las tarifas de servicio en Ticketmaster no son más altas que en otros mercados de boletos y que su margen de ganancia neto del último año fiscal fue del 1.4 por ciento, afirmando que «hay más competencia que nunca en el mercado de eventos en vivo».