La proliferación de estos anuncios plantea cuestionamientos sobre la regulación de contenido en plataformas digitales y la responsabilidad de las mismas en la prevención de la promoción de interacciones perjudiciales o inapropiadas.
En las plataformas de Meta, como Facebook, Instagram y Messenger, se ha identificado un número considerable de anuncios promocionando aplicaciones de «novias» generadas por inteligencia artificial (IA) con contenido no apto para el trabajo (NSFW, por sus siglas en inglés). Según una investigación realizada por WIRED, estas aplicaciones utilizan imágenes y textos sexualmente explícitos para atraer a los usuarios, mostrando una evidente violación de las políticas de Meta que prohíben contenido adulto.
Los anuncios revisados muestran una gama de avatares femeninos generados por IA, desde jóvenes estereotípicamente sexualizadas hasta representaciones en situaciones comprometedoras. Estos anuncios prometen interacciones sugestivas y explícitas, contrastando fuertemente con las restricciones impuestas a los trabajadores sexuales humanos, quienes enfrentan la eliminación rápida de contenido similar bajo las mismas plataformas. Este doble estándar ha intensificado los debates sobre la equidad en la aplicación de políticas de contenido y la competencia entre el trabajo sexual tradicional y las soluciones tecnológicas emergentes.
La promoción de estas aplicaciones de chatbots explícitos ha generado preocupaciones entre los defensores de los derechos de los trabajadores sexuales, quienes argumentan que Meta permite la proliferación de estos chatbots mientras que excluye a los profesionales del sexo, aplicando de manera desproporcionada las normas sobre contenido adulto. Este enfoque ha provocado críticas de censura y discriminación, alimentando un debate más amplio sobre la libertad de expresión y la ética en las plataformas de redes sociales.
En respuesta a las consultas sobre estos anuncios, un portavoz de Meta afirmó que la compañía prohíbe anuncios con contenido adulto y está revisando y eliminando aquellos que infringen sus políticas. Sin embargo, el seguimiento de WIRED reveló que miles de estos anuncios permanecían activos incluso después de tales afirmaciones. Esta situación plantea preguntas sobre la efectividad de los sistemas de detección de Meta y su compromiso real con sus propias directrices.
