Investigadores desarrollan una batería de papel que genera energía a partir del agua y el aire

Esta innovadora batería de papel utiliza el oxígeno del aire y el agua para generar energía, lo que la convierte en una opción sostenible y de bajo costo. Además, al ser compacta y flexible, puede integrarse fácilmente en dispositivos portátiles y wearables, así como en aplicaciones IoT (Internet de las cosas). La combinación de papel y magnesio como materiales principales permite que la batería sea ligera y respetuosa con el medio ambiente. Este avance representa un paso significativo hacia la creación de soluciones energéticas más eficientes y limpias.

En el horizonte de la tecnología de almacenamiento de energía, el magnesio se perfila como un fuerte contendiente, prometiendo superar a sus predecesores, el litio y las baterías alcalinas, en términos de seguridad y potencia. La investigación en torno a las baterías basadas en magnesio sugiere que estos dispositivos podrían marcar el comienzo de una era de soluciones energéticas más eficientes y menos perjudiciales para el medio ambiente.

A diferencia del litio, el magnesio es más abundante en la Tierra y posee una densidad energética superior, gracias a sus dos cargas positivas, en contraste con la única carga de los iones de litio. Esta característica intrínseca del magnesio le otorga una ventaja significativa en el almacenamiento de energía, lo que podría desembocar en baterías de mayor capacidad y, potencialmente, de carga más rápida.

Una innovación notable en el campo de las baterías de magnesio proviene de la Universidad de Tohoku, donde los investigadores han desarrollado una batería de aire y magnesio (Mg-air) utilizando papel como material principal. Este enfoque, inspirado en el sistema respiratorio de las plantas, propone una solución ingeniosa al problema de la disolución del magnesio en el electrolito y la auto-descarga. Al emplear papel absorbente de agua, similar a cómo las plantas absorben agua del suelo, esta batería presenta un rendimiento dependiente de la capacidad del papel para absorber el electrolito.

Además de su innovador diseño, la batería de magnesio y aire a base de papel destaca por su potencial ecológico. Al reducir el uso de metales y plásticos, estas baterías representan una amenaza mínima para el medio ambiente, en contraste con las baterías de metal-aire tradicionales, que a menudo contienen metales pesados y no son fácilmente desechables. La capacidad de desechar de manera segura estas baterías de papel subraya su viabilidad como solución energética sostenible.

La promesa de una batería ecológica de alto rendimiento también se ve reforzada por avances en la movilidad del magnesio. Superar la baja tasa de movilidad del magnesio, un desafío significativo en el uso de este metal como fuente de energía, es crucial para satisfacer las demandas de carga rápida en dispositivos electrónicos. La investigación indica que es posible manipular los iones de magnesio para mejorar su tasa de movilidad, un desarrollo que podría eliminar las largas horas de espera para la recarga de dispositivos.

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