Investigadores de la Universidad de California en Berkeley han desarrollado un método innovador que permite detectar y extraer ADN de muestras de aire en lugares donde se han cometido delitos. Este avance se basa en la capacidad de recuperar material genético humano de partículas microscópicas presentes en el ambiente.
Este enfoque promete agilizar y simplificar el proceso de recopilación de pruebas forenses, reduciendo la necesidad de recolectar muestras físicas directamente de la escena del crimen. Además, esta técnica podría ser de gran utilidad en casos donde las muestras tradicionales de ADN son difíciles de obtener o están contaminadas. La posibilidad de obtener evidencia genética a partir del aire abre un nuevo abanico de posibilidades en la resolución de crímenes y la identificación de sospechosos.
Una innovadora técnica surge para revolucionar la recolección de evidencia en escenas del crimen meticulosamente limpiadas de huellas dactilares y otros rastros convencionales. Investigadores de la Universidad Flinders han desarrollado un método que permite recolectar y analizar el ADN humano presente en el aire, una herramienta que promete cambiar el paradigma de la investigación forense.
Este método ha sido puesto a prueba utilizando unidades de aire acondicionado convencionales y un dispositivo portátil de recolección de aire, empleado habitualmente para detectar COVID-19 y otros virus en hospitales, escuelas y residencias de ancianos. Emily Bibbo, candidata a doctorado en el Colegio de Ciencia e Ingeniería de la Universidad Flinders, explica que el ADN humano puede encontrarse en el aire a través de gotas de saliva emitidas al hablar o respirar, células de la piel desprendidas o incluso partículas aerosolizadas y desalojadas de superficies.
Esta técnica abre la posibilidad de usar el ADN ambiental como evidencia para demostrar la presencia de una persona en un determinado lugar, incluso si se tomaron precauciones como el uso de guantes o la limpieza de superficies para eliminar rastros físicos. A pesar de que la recolección de ADN traza, compuesto por unas pocas células humanas, es común en investigaciones criminales, las tasas de éxito con este tipo de evidencia han sido históricamente bajas. Sin embargo, las nuevas tecnologías están ampliando los horizontes para la recolección de evidencia, incluyendo el campo emergente del ADN ambiental (eDNA), extraído de superficies sólidas, suelo, agua y aire.
El estudio piloto, llevado a cabo en colaboración con expertos internacionales como el Dr. Duncan Taylor de Forensic Science SA y el Dr. Roland van Oorschot del Departamento de Servicios Forenses de la Policía de Victoria, investigó las unidades de aire acondicionado que circulan aire por una habitación, utilizando diferentes tipos de filtros y períodos de tiempo para comparar resultados.
Los hallazgos preliminares indican que el ADN humano puede recolectarse tanto en las superficies de las unidades de aire acondicionado como directamente del aire, sugiriendo que las muestras de aire podrían representar la ocupación más reciente del espacio, mientras que las unidades de aire acondicionado albergarían ADN de usuarios previos del recinto.
Aunque la recolección de ADN del aire en diferentes espacios requiere de cierta optimización, los investigadores instan a realizar estudios de seguimiento para determinar la mejor ubicación para los dispositivos de recolección de aire y el momento más apropiado post-crimen para probar y adquirir el ADN de interés, si está presente.