Un paisaje árido y montañoso, con varias terrazas construidas en las laderas de las colinas. El terreno es de color marrón claro, con poca vegetación visible. En la parte inferior de la imagen se aprecian algunas casas y árboles dispersos. Las terrazas, que se extienden por gran parte del paisaje, son indicativas de actividades agrícolas pasadas o esfuerzos de control de la erosión del suelo en la región. La escena transmite un entorno seco y poco fértil, aunque adaptado para el uso humano mediante la modificación del terreno.

El controvertido plan para volver verde un desierto

El ingeniero holandés Ties van der Hoeven tiene una visión audaz: transformar una vasta extensión de desierto árido en una tierra fértil y verde, llena de vida. Su objetivo es el desierto de la península del Sinaí en Egipto, una región que conecta África y Asia y que, según Van der Hoeven, hace miles de años era rica en biodiversidad pero que la actividad humana ha degradado hasta convertirla en un páramo estéril. Van der Hoeven está convencido de que puede devolverle su esplendor.

Granjas solares con controles de agua de tormenta ayudan a mitigar el escurrimiento y la erosión

Con el crecimiento del número de instalaciones solares a gran escala, han surgido preocupaciones sobre su impacto en los procesos hidrológicos naturales. Sin embargo, un nuevo estudio de investigadores de Penn State sugiere que el exceso de escorrentía o el aumento de la erosión pueden mitigarse fácilmente si estas "granjas solares" se construyen adecuadamente.