Si bien la IA ha demostrado su capacidad para tomar decisiones rápidas y precisas en situaciones de alta presión, también plantea preocupaciones sobre la autonomía de las máquinas y su capacidad para actuar de forma independiente en situaciones críticas.
En un evento sin precedentes que marca un momento transformador en la historia de la aviación militar, se ha llevado a cabo el primer combate aéreo conocido entre un piloto humano y un jet de combate controlado por inteligencia artificial. Este hito tecnológico ocurrió sobre la base de la Fuerza Aérea de Edwards en California, según informó el ejército de Estados Unidos.
Durante el ejercicio, dos jets F-16 alcanzaron velocidades de hasta 1.200 millas por hora y se aproximaron hasta una distancia de 600 metros. Uno de estos aviones estaba tripulado, mientras que el otro era una versión modificada del F-16, conocida como X-62A o VISTA (Variable In-flight Simulator Test Aircraft).
El algoritmo de inteligencia artificial del X-62A basa su funcionamiento en el análisis de datos históricos para tomar decisiones en tiempo real, un proceso denominado «aprendizaje automático». La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), que realizó la prueba, ha experimentado esta tecnología principalmente en simuladores terrestres durante años.En 2020, agentes de IA lograron derrotar a pilotos humanos en simulaciones en todos sus cinco enfrentamientos, pero aún restaba demostrar su efectividad en condiciones reales de vuelo. Durante la prueba, que tuvo lugar en septiembre del año pasado y fue anunciada esta semana, pilotos estuvieron presentes a bordo del X-62A para intervenir en caso de emergencia, aunque no fue necesario revertir el control en ningún momento.DARPA ha calificado el resultado de esta prueba como un «momento transformador en la historia de la aeroespacial». Sin embargo, no se ha revelado cuál de los aviones resultó ganador del combate aéreo.El Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, destacó la importancia de este avance: «La posibilidad de combate aéreo autónomo ha sido imaginable durante décadas, pero su realidad ha permanecido como un sueño lejano hasta ahora. En 2023, el X-62A rompió una de las barreras más significativas en la aviación de combate».
