Los robots están asumiendo gran parte del trabajo manual diario en las granjas lecheras, incluyendo el ordeño, la alimentación y la limpieza. Esta tecnología no solo facilita la vida de los granjeros, sino que también mejora el bienestar de las vacas.
En una granja lechera en los Países Bajos, un grupo de vacas espera pacíficamente su turno para ser ordeñadas por un robot. La posibilidad de ordeñarse a sí mismas en el momento que deseen resulta en un aumento de producción de leche de alrededor del 10%. Según Jan Jacobs, líder de diseño de interacción humano-robot en Lely, “hay una correlación directa entre el estrés y la producción de leche”, lo que significa que al reducir el estrés, los robots contribuyen a que las vacas sean más productivas.
Lely, una empresa fundada en 1948, ha desarrollado su primer robot de ordeño, el Astronaut, en la década de los 90 y ahora cuenta con unos 135,000 robots en funcionamiento a nivel mundial. Estos robots no solo facilitan el ordeño, sino que también se encargan de la limpieza del establo y el suministro de alimentos.
Los beneficios de la automatización
El trabajo en una granja tradicional depende en gran medida de la mano de obra humana. Sin embargo, Lely calcula que las tareas repetitivas representan aproximadamente un tercio de la jornada laboral de un granjero. Por ejemplo, en una granja convencional, el ordeño puede llevar entre 4 y 6 horas al día. Con la automatización, los granjeros pueden dedicar más tiempo a cuidar la salud y el bienestar de los animales.
Josie Rozum, granjera en Takes Dairy Farm, ha reducido su jornada en el ordeño gracias a los robots. “Era un trabajo agotador. Ahora podemos centrarnos en el bienestar de los animales”, indica Rozum. La implementación de robots también permite que los granjeros puedan disfrutar de una mejor calidad de vida y flexibilidad en sus horarios.
A pesar de los altos costos iniciales asociados a la compra de robots, como el Astronaut A5 que puede rondar los cientos de miles de dólares, los beneficios a largo plazo incluyen la mayor producción de leche y la reducción de costos laborales. Esta tendencia de adopción de tecnología se está extendiendo cada vez más entre granjas más grandes que enfrentan escasez de mano de obra.
Mejora en el bienestar animal
Los estudios realizados han demostrado que los robots no solo aumentan la producción de leche, sino que mejoran la vida de las vacas. Según Marcia Endres, profesora de manejo y bienestar de ganado en la Universidad de Minnesota, el bienestar no se mide únicamente en términos de productividad, sino también en el estado afectivo de los animales y en la posibilidad de llevar una vida más natural.
Además, la interacción entre vacas y robots ha cambiado; las vacas parecen más tranquilas y amigables, lo que sugiere que la tecnología está contribuyendo a un ambiente más positivo en el establo.
El futuro de la agricultura automatizada
La implementación de robots en las granjas lecheras es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede cambiar la agricultura para mejor. La capacidad de recopilar datos sobre la salud y comportamiento de cada vaca permite a los granjeros tomar decisiones más informadas y personalizadas.
A medida que esta tecnología avanza, se espera que la innovación continúe transformando la manera en que se opera en las granjas. Jacobs sostiene que los robots deben equilibrar su papel como asistentes, sin sustituir la conexión que los granjeros tienen con sus animales. “No queremos quitar las interacciones que dan alegría a los granjeros”, afirma.