El Hospital Germans Trias, también conocido como Can Ruti, ubicado en Badalona, ha incorporado una técnica pionera que emplea ultrasonidos para tratar a los pacientes sin necesidad de cirugía. Esta innovadora aproximación ha demostrado ser particularmente efectiva, mejorando la estabilidad del pulso de los pacientes en un impresionante margen del 70% al 90%. Can Ruti se distingue por ser el primer centro público catalán en adoptar esta tecnología, beneficiando ya a más de 220 pacientes.
Anteriormente, el tratamiento estándar para estas condiciones implicaba una intervención quirúrgica invasiva que requería la implantación de electrodos intracerebrales. La técnica de ultrasonidos, en contraste, ofrece una solución menos agresiva y con menos contraindicaciones, lo que permite tratar a un número mayor de pacientes. Según Ramiro Álvarez, jefe de la Unidad de trastornos del movimiento del área de Neurociencias de Can Ruti, esta técnica representa un avance significativo en la accesibilidad y la calidad del tratamiento.
Carles Torrent, ceramista de 70 años, es uno de los muchos pacientes que han experimentado transformaciones vitales gracias a este tratamiento. Antes de someterse al procedimiento, Torrent luchaba con un temblor que le impedía realizar actividades cotidianas como comer, beber, afeitarse o escribir. Su profesión, que demanda un control preciso de las manos, se veía enormemente afectada. La esperanza de recuperar parte de su habilidad manual y mejorar su calidad de vida lo llevó a optar por el tratamiento con ultrasonidos, con resultados prometedores.
El tratamiento se basa en la creación de una pequeña lesión por coagulación térmica en el cerebro, dirigida específicamente a las áreas responsables de los temblores. Aunque generalmente se enfoca en la mano dominante del paciente, también se puede aplicar en la contraria según las necesidades individuales. Recientemente, el hospital ha comenzado a ofrecer tratamientos bilaterales para ambas manos, separados por un intervalo de entre nueve y doce meses, con el fin de maximizar la seguridad y la efectividad del procedimiento.
El tratamiento se basa en la creación de una pequeña lesión por coagulación térmica en el cerebro, dirigida específicamente a las áreas responsables de los temblores. Aunque generalmente se enfoca en la mano dominante del paciente, también se puede aplicar en la contraria según las necesidades individuales. Recientemente, el hospital ha comenzado a ofrecer tratamientos bilaterales para ambas manos, separados por un intervalo de entre nueve y doce meses, con el fin de maximizar la seguridad y la efectividad del procedimiento.