La tecnología inspirada en la naturaleza ha dado un paso más con la creación de la Amphibious RoboTurtle, una tortuga robótica desarrollada por la empresa china Beatbot. Este innovador robot submarino, presentado recientemente en su forma de prototipo en el CES, está diseñado para aplicaciones que van desde la investigación ecológica hasta la respuesta a desastres, pasando por el monitoreo ambiental. La RoboTurtle promete ser una herramienta versátil y eficiente para explorar y proteger nuestros océanos.
El diseño de la RoboTurtle permite equiparla con diversos dispositivos, como unidades de muestreo de agua, módulos GPS, sensores ultrasónicos y cámaras con inteligencia artificial. Estas cámaras le otorgan la capacidad de percibir y reaccionar ante cambios en su entorno, así como de seguir de manera autónoma a animales marinos. Gracias a su sistema de propulsión basado en el aleteo silencioso de sus patas biónicas, se espera que la RoboTurtle sea menos intrusiva para la vida marina en comparación con los robots que utilizan hélices ruidosas.
Una de las características destacadas de la RoboTurtle es su sistema de control de flotabilidad, que le permite ascender y descender en la columna de agua, además de flotar en la superficie. Cuando está en la superficie, el robot puede recargar su batería mediante paneles solares instalados en su parte superior. Asimismo, es capaz de transmitir datos recopilados y recibir nuevas instrucciones de misión a través de satélite. Aunque sus patas motorizadas le permiten salir del agua y desplazarse por las playas, no está diseñado para alcanzar grandes velocidades en tierra.
A pesar de que aún no se han revelado especificaciones de rendimiento precisas, un representante de Beatbot ha indicado que la RoboTurtle tiene una velocidad de nado comparable a la de una tortuga marina real. Además, podría nadar durante todo el día si realiza pausas periódicas para recargar energía solar. Beatbot, conocida principalmente por sus robots limpiadores de piscinas, planea producir comercialmente la Amphibious RoboTurtle, adaptando su tamaño y capacidades a las necesidades específicas de cada cliente.
No obstante, la RoboTurtle no será la única tortuga robótica en el océano. Equipos de ETH Zurich, el proyecto ARROWS y la Universidad Nacional de Singapur también están desarrollando sus propias versiones de robots inspirados en tortugas marinas. Esta tendencia hacia la biomimética en la robótica submarina podría marcar un hito en la forma en que interactuamos y protegemos nuestros ecosistemas acuáticos.