Las suturas quirúrgicas son esenciales para la curación de heridas, pero pueden abrirse con movimientos excesivos. Investigadores en China han transformado esta debilidad en una fortaleza al desarrollar suturas que generan una carga eléctrica al estirarse, acelerando así la curación de las heridas. Este avance se centra en mejorar el proceso de cicatrización mediante la integración de tecnología en los puntos de sutura tradicionales.
Las suturas son el tratamiento estándar para heridas grandes y profundas en la piel, ya que acercan físicamente las células a ambos lados de una herida para facilitar su reparación. Sin ellas, las lesiones tardan más en sanar, dejan cicatrices más grandes y tienen un mayor riesgo de infección. Sin embargo, las suturas tradicionales presentan complicaciones, como la posibilidad de abrirse con el movimiento y la necesidad de ser retiradas por médicos una vez cumplida su función.
El equipo de la Universidad de Donghua en China ha desarrollado suturas con una fibra mecanoeléctrica especializada. Esta fibra genera campos eléctricos cuando sus capas se tocan y separan debido al movimiento, lo que, según investigaciones previas, acelera la curación. En pruebas de laboratorio con cultivos celulares, las suturas eléctricas redujeron significativamente el área de la herida en comparación con las suturas convencionales, demostrando su eficacia en la aceleración de la migración de fibroblastos, células clave en la construcción de nuevo tejido conectivo.
Los investigadores también realizaron pruebas en ratas, observando que tras 10 días, las suturas eléctricas habían cerrado el 96.5% de las heridas, mientras que las suturas convencionales solo lograron cerrar el 60.4% en el mismo periodo. Además, las suturas eléctricas mostraron niveles significativamente más bajos de bacterias, independientemente de si la herida se desinfectaba diariamente o no, lo que sugiere una menor tasa de infección en comparación con las suturas tradicionales.
A diferencia de otros métodos que utilizan electricidad para promover la curación, como sistemas de biosensores y baterías, estas suturas eléctricas funcionan de manera pasiva con el movimiento del paciente. Además, al estar hechas de materiales bioabsorbibles, se espera que se degraden de manera segura en el cuerpo, eliminando la necesidad de una extracción quirúrgica invasiva. Aunque aún queda trabajo por hacer antes de que estas suturas puedan ser probadas en humanos y utilizadas clínicamente, representan una prometedora innovación en el campo de la medicina regenerativa.