La tecnología de registro de ondas cerebrales podría simplificarse mediante el uso de tatuajes temporales impresos en el cuero cabelludo. La electroencefalografía (EEG) es un método que mide la actividad eléctrica del cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. Este procedimiento es esencial para diagnosticar afecciones neurológicas como la epilepsia, tumores o lesiones por accidentes cerebrovasculares o impactos traumáticos.
El proceso tradicional de EEG requiere tiempo y precisión debido a las variaciones en el tamaño y forma del cráneo de cada persona. Los técnicos deben medir y marcar cuidadosamente el cuero cabelludo para obtener lecturas precisas. Además, se utiliza un gel para mejorar la detección de señales cerebrales, aunque su eficacia disminuye a medida que se seca. Los cables conectados a los electrodos pueden causar molestias e interferir con las señales eléctricas más sutiles.
Nanshu Lu, de la Universidad de Texas en Austin, junto a su equipo, propone una solución innovadora: imprimir un tatuaje temporal en el cuero cabelludo del sujeto. La tinta utilizada está compuesta por dos polímeros, el polietilenodioxitiofeno (PEDOT) y el poliestireno sulfonato (PSS), que son altamente conductivos y no irritan la piel. Esta tecnología permite una monitorización cerebral de alta calidad sin los inconvenientes de los métodos tradicionales.
Un programa informático crea un diseño personalizado del tatuaje basado en un escaneo 3D del cuero cabelludo. Posteriormente, una impresora controlada por un brazo robótico aplica la tinta directamente sobre la piel. Existen dos formulaciones de tinta: una para los electrodos que captan las señales cerebrales y otra para las conexiones que se extienden hasta la parte posterior del cuello, desde donde los cables físicos llevan las señales a un dispositivo que registra los datos.
El tatuaje ha demostrado ser eficaz en personas con cabezas calvas y peinados cortos. Aunque el método aún no ha sido probado extensamente en cabellos largos, gruesos o rizados, se están considerando diseños de boquillas modificadas o la incorporación de dedos robóticos para apartar el cabello, lo que podría hacer viable su uso en el futuro. Además, los transmisores de datos integrados en los tatuajes podrían permitir que el proceso sea completamente inalámbrico, según el equipo de investigación.
Esta tecnología representa un avance significativo en la monitorización cerebral, ofreciendo una alternativa más cómoda y eficiente a los métodos tradicionales de EEG. Con el potencial de ser adaptada para diferentes tipos de cabello y la posibilidad de eliminar los cables, los tatuajes temporales podrían revolucionar la forma en que se realizan los estudios neurológicos.