Un nuevo estudio internacional realizado por el Oxford Internet Institute, parte de la Universidad de Oxford, ha revelado que jugar a videojuegos puede tener efectos positivos en el estado de ánimo. La investigación analizó datos de 67.328 sesiones de juego de 8.695 jugadores en 39 países, observando sus emociones antes y durante las partidas.
El estudio se centró en el juego PowerWash Simulator (PWS), utilizando 162.325 informes de los jugadores sobre su estado de ánimo. Los resultados muestran que el estado emocional de los jugadores mejora notablemente durante las sesiones de juego. De hecho, se estima que el 72% de los jugadores experimenta una mejora en su estado de ánimo mientras juegan, según el modelado estadístico de los datos.
La investigación revela que, tras los primeros 15 minutos de juego, los participantes reportaron un aumento en su estado de ánimo. Este incremento se comparó con otras actividades recreativas como leer, escuchar música o ir de compras.
El equipo del Oxford Internet Institute diseñó una versión especial de PowerWash Simulator en colaboración con su desarrollador, FuturLab. Esta versión incluía herramientas para registrar eventos del juego, datos demográficos de los participantes y respuestas a encuestas psicológicas. El propósito era analizar los efectos a corto plazo del juego en los estados de ánimo de los jugadores en situaciones naturales, alejándose de los estudios más artificiales que se suelen hacer en entornos controlados de laboratorio.
El profesor asistente Matti Vuorre, principal autor del estudio, destacó que hasta ahora se ha entendido poco sobre los cambios emocionales a corto plazo durante el juego. Este estudio, sin embargo, ha permitido examinar cómo las partidas reales influyen en el ánimo de los jugadores en tiempo real.
Uno de los hallazgos más relevantes es que el estado de ánimo de los jugadores mejora en promedio un 0.034 en una escala de 0 a 1, siendo este cambio comparable al experimentado en otras actividades de ocio. El segundo autor del estudio, Nick Ballou, señaló que los resultados confirman lo que muchos jugadores ya reportaban: los videojuegos les hacen sentir bien.
El estudio también modeló las diferencias individuales entre los jugadores, encontrando que casi tres cuartas partes de ellos experimentaban un aumento de ánimo durante las sesiones de juego.
El profesor Andrew Przybylski, autor principal, sugirió que estos hallazgos son coherentes con la idea de que los videojuegos pueden actuar como una actividad de recuperación para manejar el estrés diario. Aunque el estudio se centró en un único juego, es necesario ser cauteloso al generalizar los resultados a otros videojuegos. En el futuro, sería útil realizar ensayos controlados aleatorios para comparar los efectos de jugar a PowerWash Simulator u otros juegos con otras actividades recreativas o intervenciones terapéuticas.
