Invertir en fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en temas de alta tendencia, como la inteligencia artificial (IA), puede parecer una estrategia segura, especialmente cuando se identifican correctamente las tendencias del mercado. Sin embargo, este año, tres fondos temáticos de IA han demostrado lo contrario, registrando pérdidas considerables a pesar de estar en un sector en auge.
Estos ETFs no solo han quedado rezagados frente al S&P 500 y el MSCI World, sino que han sufrido especialmente tras las recientes dudas de los inversores sobre las acciones de gigantes de la IA como Nvidia y Super Micro Computer. El fracaso de estos fondos subraya la volatilidad y el riesgo inherente a las inversiones temáticas, que abarcan desde permisos de carbono en California hasta la computación en la nube china.
Una de las ironías más notables es que el éxito desmesurado de Nvidia ha complicado el rendimiento de algunos fondos de IA, que por su naturaleza buscan diversificar las inversiones. Fondos como el de First Trust y el de WisdomTree, que tenían una menor exposición a Nvidia debido a sus estrategias de ponderación equitativa, han sido especialmente castigados. Mientras que BlackRock, al ajustar recientemente su enfoque hacia una ponderación basada en el valor de mercado, ha aumentado su exposición a Nvidia, logrando mejores resultados.
Para los inversores, elegir entre fondos dentro de un mismo tema puede ser complejo y depender más del azar que de una evaluación precisa de los documentos del fondo. Además, identificar el momento adecuado para invertir en un tema específico es aún más difícil. Entrar demasiado temprano puede significar que no hay suficientes empresas establecidas para invertir, mientras que entrar en plena euforia del mercado puede llevar a comprar a precios inflados.
El caso de Nvidia ilustra cómo un mismo activo puede pertenecer a fondos temáticos muy diferentes, desde aquellos centrados en IA hasta otros que promueven valores conservadores o sostenibilidad. Esto demuestra lo complicado que es definir claramente un tema de inversión.
Otra dificultad es el momento del mercado. Las tendencias populares tienden a atraer lanzamientos de fondos en momentos de euforia, lo que frecuentemente resulta en pérdidas posteriores cuando el mercado corrige. Un estudio reciente mostró que los ETFs temáticos pierden en promedio un 6% anual durante sus primeros cinco años, debido a un mal momento de lanzamiento.
Por último, aunque los gestores de fondos promueven la inversión a largo plazo en temas específicos, mantener estas inversiones puede ser complicado. Muchos fondos temáticos tienden a desaparecer, fusionarse o cambiar de estrategia cuando dejan de estar de moda, lo que dificulta a los inversores obtener beneficios a largo plazo.
Antes de invertir en un fondo temático, es esencial no dejarse llevar solo por su nombre. Es vital examinar cuidadosamente las participaciones del fondo, su índice de referencia y cómo está estructurado. Además, hay que tener en cuenta el coste de la inversión, ya que las comisiones suelen ser significativamente más altas que las de un fondo indexado general. La historia ha demostrado que, para la mayoría de las personas, estas inversiones temáticas no suelen justificar sus altos costos.