El término «HorsePower» podría adquirir un nuevo significado después de que investigadores descubrieran una forma innovadora de generar electricidad sin utilizar combustibles fósiles. Los caballos, conocidos por su eficiencia en el transporte de cargas, también son rápidos en digerir alimentos y producir gran cantidad de estiércol, que puede ser utilizado para generar energía.
Con los países estableciendo objetivos para alcanzar emisiones netas cero en las próximas décadas, existe una prisa por sustituir el carbón y el gas por fuentes de energía más amigables con el medio ambiente. Mientras las instalaciones de energía solar y eólica avanzan rápidamente, es necesario abordar su naturaleza intermitente.
El uso de desechos animales como fuente de energía puede ser una opción viable para quienes rechazan la energía nuclear. Métodos tradicionales incluyen secar el estiércol animal y usarlo como combustible en fuegos. Sin embargo, con los avances tecnológicos, ahora es posible generar electricidad sin quemar el estiércol.
La digestión anaeróbica es un proceso en el cual microorganismos descomponen materia orgánica en ausencia de oxígeno. Grandes contenedores llamados digestores pueden replicar este proceso en condiciones controladas. Ciertos microorganismos convierten el estiércol en gas metano, que puede ser utilizado como combustible en una planta de energía.
Otro método alternativo implica calentar el estiércol húmedo directamente en presencia de aire, generando vapor que puede impulsar las turbinas. Con la ganadería siendo un gran contribuyente a los gases de efecto invernadero, estos enfoques ofrecen una manera de agregar valor a la actividad mientras se reduce la dependencia de combustibles fósiles. Las granjas de ganado pueden reutilizar su estiércol, pero las granjas de caballos tienen una ventaja adicional.
Los caballos digieren su comida mucho más rápido que el ganado; el ciclo de comida a desecho es de un máximo de 72 horas. En promedio, un caballo produce 27 kilogramos de desechos diarios, mucho más que los 68 litros diarios de una vaca lechera.
Además, el estiércol de caballo es más seco que el de vaca y rico en nutrientes, ya que la alimentación de los caballos es de mayor calidad que la hierba que consumen las vacas. Esto hace que el estiércol de caballo sea superior y tenga un mayor potencial de producción de energía cuando se utiliza en digestores.
Generar electricidad a partir del estiércol de caballo también resuelve otro problema para los negocios que usan caballos: la disposición de los desechos. El desafío, sin embargo, es que un centro generador de energía necesita estar ubicado cerca de estas instalaciones.
Curiosamente, esto ya se ha intentado y demostrado. En 2019, la compañía finlandesa Fortum utilizó subproductos de madera para hacer lechos de caballos, participando en el Helsinki International Horse Show. El estiércol y la cama fueron utilizados para generar calor para una planta de energía cercana, produciendo 140 MWh de energía.
Esta energía fue utilizada para proporcionar electricidad durante el evento internacional, pero en cualquier otro día podría haber abastecido las necesidades energéticas de 6,500 hogares. Con las granjas de caballos ubicadas lejos de la ciudad, este enfoque también puede ser utilizado para satisfacer las demandas energéticas locales de manera sostenible.