La idea detrás de esta propuesta es aprovechar la fibra óptica para transmitir datos a una velocidad mucho más rápida y con mayor ancho de banda que las actuales comunicaciones por radio. Esto permitiría a los científicos y equipos de investigación enviar y recibir información de manera más eficiente, lo que podría revolucionar la forma en que se llevan a cabo las misiones lunares. Además, una red de fibra óptica en la Luna abriría la puerta a nuevas oportunidades de innovación y colaboración internacional en el espacio.
La instalación de una red de fibra óptica en la Luna también tendría beneficios a largo plazo para futuras misiones espaciales, ya que proporcionaría una infraestructura sólida para apoyar la exploración y la colonización lunar. Al permitir una comunicación más estable y rápida, esta red sería un paso crucial hacia el establecimiento de una presencia humana sostenible en la Luna. Con la tecnología de fibra óptica, se podrían realizar experimentos científicos más complejos y transmitir imágenes de alta resolución desde la Luna a la Tierra, allanando el camino para descubrimientos emocionantes y avances tecnológicos.
Investigadores del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, en Estados Unidos, han propuesto una innovadora estrategia para profundizar en el conocimiento del interior de la Luna: la implementación de una red de fibra óptica. Publicado en el diario de investigación Seismological Research Letters, el estudio sugiere que esta tecnología, ya utilizada en la Tierra para detectar ondas sísmicas, podría aplicarse en nuestro satélite natural con el mismo fin.
La motivación detrás de esta propuesta radica en la necesidad de comprender mejor la composición y las estructuras internas de la Luna, lo cual es crucial para desentrañar los orígenes y la evolución del sistema Tierra-Luna, así como de otros planetas. Los sismómetros instalados por los astronautas del Apollo entre 1969 y 1976 registraron miles de eventos sísmicos en la cara de la Luna que mira hacia la Tierra, incluyendo sismos superficiales y profundos, además de impactos de meteoritos. Sin embargo, debido a la limitada cantidad de monitores sísmicos desplegados y la intensa dispersión de ondas sísmicas en la capa superior lunar, muchos aspectos cruciales sobre el interior lunar permanecen sin resolver.
La técnica de detección acústica distribuida (DAS, por sus siglas en inglés) emerge como una solución más eficiente en términos de costos para obtener los datos necesarios. Esta técnica permite mediciones continuas y en tiempo real a lo largo de toda la longitud de un cable de fibra óptica, gracias a la dispersión de Rayleigh originada por pequeñas variaciones en el índice de refracción de la fibra. Para ser efectiva, esta metodología requiere el despliegue de una cantidad considerable de fibra óptica, lo cual representa un desafío dada la complejidad del entorno lunar.
Los autores del estudio plantean que un red sísmica de fibra podría incrementar significativamente las probabilidades de observar ondas sísmicas claras, abriendo nuevas oportunidades para futuras investigaciones sísmicas lunares. A pesar de ello, reconocen que son necesarios más esfuerzos y evaluaciones para desarrollar un DAS resistente al espacio.
Entre las propuestas para maximizar el retorno científico se encuentra la colocación de un telescopio de radio en el lado más alejado de la Luna, con el objetivo de evitar interferencias radioeléctricas de fuentes terrestres. Los cables de fibra óptica necesarios para este proyecto podrían facilitar también la implementación del DAS y el telescopio a un costo adicional mínimo.
La realización de esta ambiciosa iniciativa aún enfrenta incertidumbres, especialmente considerando los recientes retrasos en las misiones Artemis de la NASA. Aunque el despliegue de una red de fibra óptica en la Luna se vislumbra como un proyecto para el futuro distante, su potencial para avanzar en nuestro entendimiento del universo cercano despierta un gran interés en la comunidad científica.
