Los investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara han creado una tecnología que parece sacada de ciencia ficción: una pantalla cuyos píxeles se elevan físicamente de la superficie cuando son activados por luz láser, permitiendo que los usuarios realmente sientan lo que ven en sus pantallas.
La limitación que todas las pantallas tienen hoy
Incluso nuestras pantallas más avanzadas tienen una limitación fundamental que las hace sentir distintivamente como… bueno, pantallas: son planas. Pueden mostrar mundos enteros con un nivel de detalle que hace apenas un par de décadas era incomprensible, pero nunca sentimos realmente lo que vemos. Esa sensación faltante podría ser la próxima frontera entre las imágenes digitales y la experiencia física.
Convirtiendo la luz en tacto
Los investigadores de UCSB pueden haber encontrado una manera de cruzar esa frontera al convertir la luz misma en tacto. Su nueva tecnología de pantalla está compuesta de píxeles diminutos que se elevan formando pequeños bultos cuando son impactados por pulsos controlados de luz láser. Las imágenes adquieren una dimensión completamente nueva; literalmente se levantan de la superficie, formando formas que puedes trazar con las yemas de los dedos.

El momento eureka
En 2021, el profesor Yon Visell de UCSB desafió al estudiante de doctorado Max Linnander a investigar esta misma pregunta: ¿podría la luz volverse táctil?
Liderando la investigación en el RE Touch Lab del profesor Visell, y bajo su guía, Linnander logró un avance a finales de 2022. Un solo píxel saltó hacia arriba bajo un destello de luz láser, enviando un pulso táctil que fue muy notable para las yemas de los dedos del profesor Visell.
«Ese fue un momento especial: el momento en que supimos que la idea central podía funcionar», dijo Visell. Un solo píxel fue suficiente para demostrar que los gráficos tocables podrían ser posibles simplemente brillando luz.
Cómo funciona la tecnología optotáctil
En el corazón de esta invención están los diminutos píxeles optotáctiles, que son celdas de escala milimétrica construidas con una película delgada de grafito estirada sobre una pequeña cavidad de aire. Cuando un pulso rápido de luz láser golpea un píxel, la película se calienta, causando que el aire atrapado se expanda, haciendo que la superficie se abulte hacia arriba por una fracción de segundo, aproximadamente un milímetro.

«Los píxeles responden muy rápidamente, por lo que lo que uno siente es bastante nítido en el tiempo», explicó Visell. «Mientras los píxeles se desvían hacia afuera, esto ocurre muy rápidamente. La sensación no es la de un bulto, sino más bien de un pequeño quantum háptico animado bajo tu dedo.»
Especificaciones técnicas impresionantes
Hasta ahora, el equipo de UCSB ha construido arreglos con más de 1,500 píxeles táctiles independientemente activados que responden en solo 2 a 100 milisegundos. Ese nivel de capacidad de respuesta significa que las formas y caracteres en movimiento siempre parecen suaves, y nunca se sienten entrecortados o lentos.
Esta configuración de alta densidad y alta velocidad podría abrir la puerta a una forma completamente nueva de narración táctil. Los usuarios de prueba podrían seguir un bulto en movimiento a través de sus pantallas, identificar formas y diseños espaciales, y percibir secuencias a lo largo del tiempo (esencialmente, animación táctil).
Aplicaciones revolucionarias
Para personas con discapacidad visual
Esto comienza a parecer una especie de «Braille animado»: información táctil que se actualiza, se transforma y cuenta una historia en tiempo real. Podría hacer que el aprendizaje digital sea más rápido y rico para usuarios ciegos que actualmente dependen de gráficos táctiles estáticos que no pueden adaptarse sobre la marcha, o solo pueden hacerlo bajo restricciones rígidas.
Imagina leer un libro de texto de ciencias donde los diagramas se reconfiguran bajo las yemas de tus dedos, o un mapa que te guía a lo largo de caminos elevados que se mueven mientras las direcciones cambian.
Aplicaciones cotidianas
Las pantallas más grandes podrían traer esto a entornos cotidianos también:
- Tableros de automóviles con controles que solo aparecen cuando se necesitan
- Libros escolares y mapas que animan físicamente conceptos
- Paredes arquitectónicas en oficinas, hogares u hospitales que integran pantallas interactivas hápticas
«Esta posibilidad es relevante porque la complejidad de nuestra tecnología permanece manejable mientras crecen las dimensiones de la pantalla y el número de píxeles, y debido al bajo costo de los materiales», explicó Visell. «Uno puede reproducir nuestros prototipos de investigación, incluso en forma personalizada, por cientos de dólares bajos.»
Desafíos y futuro
La invención está actualmente en su infancia, y hay desafíos por delante: manejar el calor, asegurar la durabilidad, y escalar la resolución para igualar las pantallas de millones de píxeles a las que estamos acostumbrados. Pero la trayectoria se siente prometedora.
El tacto y la vista siempre han vivido en mundos digitales separados. Ingresamos datos con tacto y consumimos salidas con la vista. Con los píxeles optotáctiles, esta separación podría estar estrechándose.
Como dijeron los investigadores de UCSB, algún día pronto, cualquier cosa que veas, también podrías sentirla.









