Imagen de cabecera retocada con Editasteic Editasteic

Un nuevo video filtrado de una demostración de Tesla en Miami ha desatado una intensa controversia sobre la verdadera autonomía del robot humanoide Optimus. Durante la presentación, el robot experimentó una caída que reveló movimientos de manos muy particulares, similares a los que haría una persona al quitarse un casco de realidad virtual.

La caída que lo cambió todo

Una grabación filtrada del evento ‘Autonomy Visualized’ de Tesla en Miami muestra al robot Optimus realizando diversas tareas durante la demostración: repartir botellas de agua, posar para fotografías y bailar para los asistentes. Sin embargo, durante la distribución de agua, los movimientos del robot se volvieron inestables, provocando que se le cayeran objetos y finalmente se desplomara hacia atrás.

El momento más llamativo ocurrió justo antes de la caída. El robot llevó sus manos hacia la cara en un gesto que imita perfectamente la acción de quitarse un casco de realidad virtual, a pesar de que Optimus no llevaba puesto ningún dispositivo.

«Si había alguna duda de que Optimus usa teleoperación para sus robots. Aquí claramente hay un tipo que se quita el casco y el robot se cae. Absolutamente divertido», comentó un usuario en redes sociales.

Expertos cuestionan la autonomía

Investigadores, observadores de la industria y usuarios en línea han señalado que este movimiento específico es característico de robots teleoperados controlados mediante interfaces VR. Este detalle ha alimentado las especulaciones de que el robot podría haber estado controlado remotamente durante el evento, en lugar de funcionar de forma completamente autónoma.

Aunque las caídas no son inusuales en el desarrollo robótico, este movimiento particular de las manos ha generado dudas sobre el nivel actual de autonomía del sistema de Tesla y si la demostración reflejaba capacidades independientes reales o control por parte de un operador.

Musk rechaza las acusaciones de control remoto

Recientemente, Elon Musk había rechazado las sugerencias de que las demostraciones de Optimus involucraran control remoto. Al presentar un nuevo clip que mostraba al robot realizando movimientos de kung-fu, Musk declaró categóricamente que era «IA, no teleoperado».

La semana pasada, Tesla también compartió una nueva actualización de Optimus que mostraba mejoras en equilibrio, coordinación y forma de caminar, siguiendo avances previos en caminar, manipular objetos y entrenamiento de postura.

Especificaciones técnicas impresionantes

El robot Optimus mide 1.80 metros de altura y pesa aproximadamente 73 kilogramos. Incluye más de 40 grados de libertad, con manos de 11 grados de libertad diseñadas para manipulación diestra similar a la humana. Utiliza una batería de 2.3 kWh que soporta operación durante casi un día completo, consumiendo entre 100W en reposo y 500W mientras camina.

Tesla indica que la última actualización demuestra mejoras en equilibrio, marcha y coordinación de todo el cuerpo. Otro video corto que circula en línea compara el progreso de Optimus entre mayo de 2023 y diciembre de 2025, mostrando pasos iniciales inestables junto a movimientos más recientes y fluidos.

Ambiciosos planes de producción

Tesla espera que Optimus avance hacia la producción en masa, con Musk estimando un precio futuro entre $20,000 y $30,000. La visión a largo plazo de la compañía incluye robots construyendo otros robots usando un enfoque de manufactura autorreplicante.

Musk también ha proyectado desplegar 5,000 unidades de Optimus para finales de 2025, posicionando a los humanoides como un paso clave en el futuro evolutivo de la manufactura automatizada. Demostraciones anteriores, incluyendo un clip de octubre que mostraba movimientos básicos de kung-fu, señalaron progresos en estabilidad y control motor.

¿Realidad o teatro tecnológico?

El incidente ha reavivado el debate sobre la transparencia en las demostraciones robóticas y hasta qué punto las compañías deben revelar el nivel de intervención humana en sus presentaciones. Mientras Tesla continúa desarrollando sus capacidades robóticas, la industria y los observadores seguirán examinando de cerca cada movimiento de Optimus para determinar qué es verdaderamente autónomo y qué podría estar siendo controlado entre bambalinas.

La pregunta permanece abierta: ¿estamos viendo el futuro de la robótica autónoma o una sofisticada demostración de teleoperación? Solo el tiempo y mayor transparencia por parte de Tesla podrán resolver esta incógnita.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí