Elon Musk ha puesto en marcha un audaz plan a través de su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para migrar los sistemas informáticos de la Administración de la Seguridad Social de EE.UU. del antiguo lenguaje de programación COBOL a algo más moderno. Según un informe de Wired, la intención es completar esta ambiciosa mudanza en “unos pocos meses”, un cronograma que muchos consideran extremadamente optimista para una tarea de tal magnitud.
Desde la emisión de números de Seguro Social hasta la programación de pagos, todos los aspectos del sistema actual están escritos en COBOL, un lenguaje creado en la década de 1950. Sin embargo, el equipo de DOGE parece confiar en que la inteligencia artificial será suficiente para facilitar una transición rápida. Ya han empezado a implementar tecnologías de IA en datos extremadamente sensibles del gobierno, lo que plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad y seguridad del sistema durante esta modernización.
Históricamente, la Administración de la Seguridad Social había planeado migrar de COBOL dentro de un plazo realista de cinco años en la última parte de la década de 2010, pero dicha iniciativa se hizo añicos a raíz de la pandemia de COVID-19. Más de 65 millones de estadounidenses dependen de los beneficios de Seguridad Social, y cualquier fallo o error en este proceso podría resultar devastador para quienes dependen de este apoyo financiero.
Howard Lutnick, secretario de Comercio, declaró en un podcast que, si los cheques de Seguridad Social no se envían durante un mes, su madre política “no llamaría a quejarse”. Esta afirmación ha desatado un torbellino de críticas, ya que millones de personas que han contribuido a este sistema durante toda su vida esperan con razón recibir lo que les corresponde.
El plan de modernización está liderado por Steve Davis, quien ha sido descrito como el verdadero líder del DOGE. Con una trayectoria que incluye trabajos en SpaceX y en la empresa de tunneling de Musk, Davis es visto como un incondicional de Musk. Esta lealtad ha llevado a especulaciones de que el objetivo detrás de la migración a un nuevo sistema podría ser consolidar más control sobre el flujo de dinero, lo que ha despertado preocupaciones sobre la transparencia y las implicaciones éticas de tales movimientos.
Los expertos en tecnología como Waldo Jaquith, exmiembro del departamento 18F del gobierno estadounidense, han cuestionado la lógica detrás de esta prisa por deshacerse de COBOL. Jaquith argumenta que, si los pagos en la actualidad son confiables y puntuales, “¡deja el sistema antiguo en su lugar! Empieza con lo que está roto”. También ha planteado preocupaciones sobre el uso de la modernización como una “justificación para crear un punto de estrangulamiento técnico” en la gestión de los pagos.
Se prevé que este desarrollo genere protestas en más de 200 ubicaciones de Tesla en todo el mundo contra la creciente influencia de Musk en el gobierno. A medida que la tempestad política continúa, todos los ojos estarán puestos en cómo se desarrolla esta ambiciosa y arriesgada propuesta de modernización de la Seguridad Social en el país.