El parlamento de los Países Bajos ha aprobado una serie de mociones que instan al gobierno a disminuir la dependencia de las empresas de software estadounidenses. Entre las medidas propuestas se incluye la creación de una plataforma de servicios en la nube bajo control neerlandés. Aunque en el pasado iniciativas similares no prosperaron debido a la falta de alternativas viables en Europa, los legisladores afirman que las cambiantes relaciones con Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump han dado una nueva urgencia a este asunto.
Marieke Koekkoek, del partido proeuropeo Volt, autora de una de las ocho mociones, cuestionó la comodidad de los europeos con figuras como Trump, Mark Zuckerberg y Elon Musk controlando sus datos. Además de la creación de una plataforma de servicios en la nube soberana, las mociones instan al gobierno a reconsiderar la decisión de utilizar los servicios web de Amazon para el alojamiento del dominio de internet de los Países Bajos y a desarrollar alternativas al software estadounidense, así como a otorgar un trato preferencial a las empresas europeas en las licitaciones públicas.
Amazon, en respuesta, afirmó que su nube es «soberana», ya que los clientes tienen control total sobre la ubicación de sus datos, cómo se encriptan y quién puede acceder a ellos. La empresa ha invertido más de 180 mil millones de euros en la Unión Europea desde 2010 y emplea a más de 1,000 trabajadores en investigación, desarrollo y oficinas corporativas en Ámsterdam y La Haya. La votación neerlandesa se produjo un día después de que decenas de empresas tecnológicas europeas solicitaran a la Comisión Europea la creación de un fondo soberano para invertir en tecnología europea, incluida la infraestructura en la nube, y un mandato de «Comprar Europeo».
Bert Hubert, experto en tecnología de los Países Bajos, ha abogado por reducir la dependencia de Estados Unidos y considera que este es solo el primer paso hacia un cambio potencial. Según Hubert, un resultado importante sería obligar a las agencias a informar públicamente sobre los riesgos relacionados con su dependencia de las empresas estadounidenses de la nube. Con la posibilidad de un «Trump 2.0», ha quedado claro que no es algo que se pueda firmar sin consecuencias.