La innovación en el campo de la cirugía mínimamente invasiva podría dar un giro significativo con el desarrollo de una nueva técnica de impresión 3D basada en ultrasonidos. Esta tecnología permitiría la inyección de implantes en forma líquida dentro del cuerpo, para luego solidificarlos en su lugar, reduciendo así la necesidad de procedimientos quirúrgicos invasivos.
Tradicionalmente, la impresión 3D se ha basado en la creación de objetos tridimensionales mediante la deposición de capas sucesivas de material viscoso que se endurece posteriormente. Otro método conocido como impresión volumétrica utiliza haces de luz que atraviesan un contenedor transparente lleno de resina fotosensible. La resina se solidifica al ser expuesta a la luz, permitiendo la creación de objetos detallados al mover la fuente de luz.
Sin embargo, la impresión volumétrica enfrenta limitaciones debido a la opacidad de la piel y los tejidos biológicos, que impiden que la luz penetre más allá de unos pocos milímetros. Esto ha llevado a los científicos de la Universidad de Duke y la Escuela de Medicina de Harvard a desarrollar una técnica innovadora denominada impresión volumétrica acústica de penetración profunda (DAVP, por sus siglas en inglés). Esta técnica utiliza una «tinta» biocompatible sonificada, conocida como sono-tinta, que se calienta y solidifica al absorber pulsos de ultrasonido.
La sono-tinta podría ser inyectada en el cuerpo en el lugar donde se requiera un implante, y luego ser expuesta a ondas de ultrasonido profundas emitidas por una sonda externa. Una vez que el implante se haya solidificado en la forma deseada, cualquier exceso de tinta podría ser retirado del cuerpo con una jeringa. Esta tecnología permite que la sono-tinta sea formulada para ser duradera o biodegradable, y para imitar diferentes tipos de tejidos biológicos, como el óseo.
Los experimentos de laboratorio han demostrado la eficacia de la tecnología DAVP en aplicaciones como el sellado de una sección del corazón de una cabra, la reparación de un defecto óseo en la pierna de un pollo y la impresión de hidrogeles dispensadores de quimioterapia dentro del tejido hepático. Según el profesor asociado Junjie Yao de Duke, esta tecnología abre nuevas posibilidades en cirugía y terapia que tradicionalmente requieren métodos invasivos y disruptivos, marcando un avance emocionante en el mundo de la impresión 3D.