Un curioso fallo en ChatGPT ha despertado la atención de los usuarios, ya que el chatbot de OpenAI se niega a escribir el nombre «David Mayer». Al intentar que el sistema genere este nombre, los usuarios reciben un mensaje de error que indica: «No puedo producir una respuesta», y la conversación se cierra automáticamente, obligando a iniciar un nuevo chat para continuar interactuando con la IA.
Este incidente ha suscitado preocupaciones sobre la posibilidad de que empresas tecnológicas como OpenAI utilicen sus plataformas para censurar información. En foros dedicados a ChatGPT, algunos usuarios han expresado su inquietud, sugiriendo que el control sobre el contenido podría estar diseñado para proteger ciertos intereses. A pesar de varios intentos ingeniosos para eludir esta restricción, como el uso de cifrados o acertijos, ninguno ha tenido éxito.
ChatGPT no proporciona una explicación clara sobre por qué no puede escribir el nombre, afirmando que no tiene restricciones específicas a menos que se trate de criterios de privacidad o derechos de autor. Algunos especulan que podría estar relacionado con David Mayer de Rothschild, quien podría haber solicitado la eliminación de su nombre bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
El problema no parece afectar a otros motores de búsqueda ni a competidores de ChatGPT, aunque se han identificado otros nombres que provocan un resultado similar, como David Faber y Jonathan Turley. Un usuario encontró una solución parcial al problema utilizando un truco con caracteres especiales, aunque cualquier intento posterior de escribir el nombre vuelve a generar el mismo error.
OpenAI, que recientemente ha asegurado una financiación de 6.600 millones de dólares, está considerando introducir publicidad en sus plataformas de IA para monetizar su amplia base de usuarios. Este movimiento podría marcar un cambio significativo en cómo la empresa genera ingresos más allá de las suscripciones pagadas.