Los científicos espaciales creen que los antiguos tubos de lava de la Luna podrían ser el lugar ideal para futuros asentamientos humanos. Estos túneles, formados por el flujo de lava hace miles de millones de años durante el período volcánico del satélite, representan un refugio natural que podría superar los desafíos extremos de la superficie lunar. Sin embargo, el acceso a estas estructuras subterráneas no es tarea sencilla, y requerirá un avanzado equipo de exploradores robóticos.

Robot explorador descendiendo por una abertura natural (skylight) hacia un tubo de lava durante una prueba en terrenos volcánicos. La máquina está equipada con ruedas robustas y un sistema de cabrestante que asegura un descenso controlado, diseñado para simular condiciones de exploración lunar.

Un equipo liderado por Jonathan Babel, del Centro de Innovación Robótica DFKI en Bremen, Alemania, ha desarrollado un sistema robótico innovador diseñado específicamente para explorar los tubos de lava de la Luna. Este sistema, denominado Tether Management and Docking System (TMDS), permite a dos robots trabajar en colaboración durante el descenso vertical a través de aberturas conocidas como skylights que conducen a estas cavidades subterráneas.

En el estudio, los investigadores destacaron que la colaboración multi-robot es crucial para superar los riesgos de enviar astronautas a zonas desconocidas sin información previa. El TMDS sincroniza la velocidad de los cabrestantes con el desplazamiento del rover, asegurando un descenso controlado y eficiente. Además, el sistema permite ajustar la altura de su plataforma mediante actuadores lineales, lo que lo hace adaptable a distintos sistemas robóticos y misiones.

La superficie lunar enfrenta condiciones extremadamente adversas. La radiación en la Luna es 150 veces más intensa que en la Tierra, y las temperaturas varían drásticamente entre el día y la noche. En contraste, los tubos de lava ofrecen un entorno mucho más estable: protegen contra la radiación solar y cósmica, micrometeoritos y las fluctuaciones térmicas extremas. Estas características los convierten en ubicaciones ideales para futuras bases lunares.

Además, las aberturas naturales o skylights identificadas por investigaciones previas —más de 200 en total— podrían facilitar el acceso a los tubos. Algunas de estas aberturas, ubicadas cerca del polo norte lunar, incluso podrían contener depósitos de hielo, un recurso clave para misiones espaciales sostenibles.

El equipo de Babel puso a prueba el TMDS en un entorno terrestre análogo a la Luna: los paisajes volcánicos de la isla de Lanzarote, en el Atlántico. Durante una misión de tres semanas en enero y febrero de 2023, el sistema demostró ser eficaz, guiando con éxito a los rovers a través del terreno accidentado y permitiéndoles descender en un tubo de lava real.

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